Las filtraciones en El Cadillal tienen más de 20 años

El gobierno provincial dio a conocer, en la jornada de ayer, que invertirá $ 165 millones en una reparación transitoria en una de las presas del dique El Cadillal, más precisamente la presa lateral número 3. Álvaro Simón Padrós, ministro de Desarrollo Productivo de la provincia, las filtraciones que sufre la estructura datan de hace más de 20 años.

“Es una falla que fue detectada en el año 2000”, apuntó el funcionario, que explicó a LA GACETA que, durante los últimos 22 años, no hubo necesidad de realizar trabajos en la presa. “Se realizaron periódicas auditorías, ordinarias y extraordinarias, analizando la problemática, la gravedad de la situación, y se dan recomendaciones al respecto”, señaló.

Sin embargo, en octubre de 2022, durante una auditoría extraordinaria, sí quedó en evidencia la necesitar de reparar esas filtraciones. “Se pidió consulta a Roger Bremen, que es un auditor internacional, y sugirió que era una situación que había que atender”, subrayó Simón Padrós. Y precisó que no se trata de una situación inusual. “Todos los diques en el mundo presentan en algún momento este tipo de fisuras, por el desgaste de los materiales con que fueron construidos”, apuntó.

Según un informe del Ministerio de Obras Públicas, de las reuniones de trabajo participaron el Organismo Regulador de Seguridad de Presas (Orsep), la empresa “Hidroeléctrica Tucumán”, y miembros del Ministerio de Obras Públicas y de la Dirección de Recursos Hídricos de la provincia.

Una de las primeras acciones tomadas luego de esta reunión, según el ministro, fue la limitación del nivel de cota del embalse: se permitiría que el agua llegara solamente hasta la cota 601, y no la 607, que es lo necesario para una cota mínima. Luego, sí, se trabajó para encontrar una solución a las filtraciones, y es así que se llegó a los dos proyectos que hoy están en tratativas.

El detalle de las obras

Esta solución transitoria, que será la que financiará la Provincia, consistirá en la colocación, sin compactar, de 50.000 m³ de limo arenoso aguas arriba de la presa, con el objetivo de que este material se percole entre las filtraciones, disminuyendo su diámetro, actuando como un parche. Según Simón Padrós, estas obras comenzarían en febrero, y serán por contratación directa, ya que, alegan desde el gobierno, es un trabajo de urgencia, para lograr que el dique, en caso de lluvias, pueda recargarse.

La obra principal, que costará más de $ 600 millones, según indicó Simón Padrós, será financiada por la Nación, y consistirá en aplicar inyecciones de cemento a la estructura. Sin embargo, estos trabajos serán licitados por el Gobierno nacional, algo que demandará más tiempo; por eso, la necesidad de la obra transitoria, de la que se hará cargo la Provincia. 

Las limitaciones para el sector productivo

El ministro de Desarrollo Productivo reconoció la decisión de limitar el llenado del dique hasta la cota 601 perjudicará, en alguna medida, el agua disponible para riego, así como también la destinada a los ingenios Cruz Alta, La Florida y Concepción, que según el funcionario, producen el 35% del azúcar físico, y el 50% del bioetanol. “Esperemos que el proyecto ejecutivo (la obra de inyección de cemento) empiece rápidamente, porque la zafra está muy próxima”, expresó al respecto.
Sin embargo, la situación actual ni siquiera permite que el dique se llene hasta la cota 601; actualmente, el nivel se encuentra en la 592. “Con este nivel, no se está dando agua para riego, para la industria, ni se está produciendo energía eléctrica a partir del uso del agua”, detalló Simón Padrós. “Estamos en una cota muy baja, hay que priorizar que no falte agua para el consumo humano. Hasta ahora estamos bien, pero de seguir bajando, la cosa se complica”, agregó.

(Producción periodística: Joel Katz)