05 Enero 2023
Louis Braille abocó su vida a la investigación de la comunicación para las personas con discapacidad visual. Si no fuera por él, muchísimas personas no tendrían la posibilidad de alfabetizarse, porque hasta el día de hoy la tecnología no ha podido reemplazar su código de escritura en la alfabetización de los niños ciegos.
No tuvo una vida fácil y fue repudiado por “segregar” a las personas con discapacidad visual debido a que había inventado un código alternativo de transcripción del sistema de lectura en tinta que supuestamente era menos inclusivo que la escritura en alto relieve. Casi todo su trabajo fue hecho en privado. Y, como tantos otros genios, recién fue aceptado dentro de la comunidad científica después de su muerte.
Entonces Braille se destaca sobre todo por haber facilitado el acceso a la cultura a un grupo de personas que en su época se encontraba limitado a la transmisión oral. Él descubrió todo lo que Haüy y Barbier habían dejado pasar y, sin embargo, nunca reconoció ser el inventor del código. Decía que simplemente había tomado y reducido la creación de Barbier. Así que Braille es también ejemplo de humildad.
También descubrió el recurso de escritura: inventó la tableta y el punzón, que yo todavía uso para tomar apuntes en el trabajo. Yo me quedé ciego a los 18 años y el braille me sirvió para estudiar Educación Especial y Psicología antes de que aparecieran todas las herramientas tecnológicas que hoy facilitan la vida diaria a las personas con discapacidad visual. Y aun existiendo estas soluciones, yo sigo siendo partidario de la pizarra y del punzón.
Pienso que la vida de Braille es un ejemplo para nosotros. Si él pudo en su época, ¿cómo no vamos a poder nosotros en la nuestra? Yo a los adolescentes les digo que sí pueden, que tienen todos los recursos.
Porque la gran barrera es uno mismo. Hay obstáculos arquitectónicos y barreras de todo tipo, pero la barrera principal es el rótulo que nos imponemos. Si yo digo: “me discriminan, me excluyen”, entonces voy a ser discriminado y excluido, porque internamente me he puesto el rótulo de ciego, o de gordo, o de lo que sea. Yo tengo que acercarme, yo tengo que incluirme.
Creo que en eso radica el impulso del gran inventor, de su lucha. Incluso existe un himno a Braille, donde se lo llama “genio bendito”. Él logró que encontráramos la luz. Inventó seis soles para forjar un mundo mejor.
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