El juicio por la muerte de Fernando Báez Sosa atraviesa su tercer día y este miércoles declaró Pablo Ventura, el falso acusado por el asesinato ocurrido en enero de 2020, en Villa Gesell. Durante su declaración, los ocho rugbiers imputados tuvieron gestos risueños, lo que enfureció al abogado de la familia de la víctima, Fernando Burlando.
En las afueras de los tribunales de Dolores, al haber notado un cambio de actitud de los acusados durante la audiencia de hoy, Burlando contó a la prensa que estaba a “muy corto tiempo de empezar a insultar a todo el mundo”.
“Yo me pregunto de qué se ríen, aunque se rían por una cuestión que no tenga nada que ver con el juicio, en esto, que es un templo, que es la sala de audiencia donde están los papás de Fernando, no se pueden reír de nada”, explicó.
En los dos primeros días de juicio, los rugbiers mantuvieron su actitud, con barbijo, miraban al frente y sin bajar la mirada intentaban no manifestar emoción al respecto. Sin embargo, en la jornada en la que declaró Ventura, cambiaron de actitud y algunos periodistas los pudieron ver sonreír.
En consecuencia, el abogado defensor de la familia Báez Sosa lanzó: “Si hicieron eso, son unos reverendos hijos de puta”.
Con respecto al crimen, el letrado recordó que los rugbiers “fueron en grupo, en el mismo momento, de una forma muy armónica, a los gritos infundiendo temor” y agregó: “No eran gritos pidiendo auxilio, no eran gritos de temor”.
“Sea Fernando quien haya comenzado el conflicto, que no lo fue o viceversa. Nada justifica un asesinato brutal acá o en cualquier lado”, dijo. Además, consideró que fueron contra Fernando "porque era muy diferente a ellos", en línea con lo que planteó el padre de Ventura al decir que lo acusaron a su hijo "por envidia, por ser muy distinto a ellos".