La Policía ucraniana aseguró que localizó cerca de 25 instalaciones utilizadas para torturar a prisioneros por las fuerzas rusas en la región de Kharkiv recientemente recuperada por Ucrania. En estos campos de prisioneros se torturaba a civiles que estaban retenidos en condiciones inhumanas, según ha explicado el jefe de la Policía en la zona, Volodimir Timoshko. Algunos prisioneros fueron sometidos a descargas eléctricas y a otros se les rompían los dedos, ha asegurado. La región de Kharkiv ha estado bajo control de las fuerzas rusas desde el inicio de la invasión de febrero hasta principios de septiembre, cuando fuerzas ucranianas forzaron su retirada en una contraofensiva. Desde entonces se han localizado 920 cadáveres de civiles, incluidos los de 25 niños, según Timoshko, que ha asegurado que fueron asesinados por los soldados rusos.
La investigación ucraniana apunta a que las fuerzas rusas también han cometido crímenes de guerra en otras zonas ocupadas, como Bucha, a las afueras de Kiev, donde se hallaron más de 400 cuerpos, la mayoría fallecidos por muerte violenta.