En la historia comercial de nuestra provincia y de nuestra ciudad una parte importante está protagonizada por “las galerías”, así con nombre propio ya que son esos caminos cubiertos con locales comerciales a cada lado (en su diseño más tradicional). Quizás los años y otros elementos le fueron quitando algo de protagonismo pero siguen siendo un imán para muchos tucumanos que las recorren a diario. Las peatonales se volvieron competencia y con el tiempo aliadas para el fin que se buscaba hacer más cómodo el paseo céntrico y las compras.
Durante las fiestas a lo largo del año, ahora por navidad y año nuevo y durante el resto por los días del padre, la madre o el niño, la zona se ve colmada de compradores ávidos de obtener aquel presente pedido o esperado. No nos olvidemos que la llegada de los shopping generó competencia que el tiempo fue acomodando.
Nueva propuesta
Para hablar de “las galerías” mejor rememorar algo de lo que decía nuestras páginas más de medio siglo atrás en pleno auge de ellas. Estamos en diciembre de 1964, en pleno fervor por las fiestas y nuestro diario señalaba que “La idea de construir en Tucumán 'galerías' tiene ya una existencia que se aproxima bastante a las tres décadas, aun cuando su desarrollo, amplio y rotundo, se expresó cabalmente recién en los últimos años”. En este sentido se exponía que la idea de realizar estas obras comenzó en 1938, poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial pero que la crisis económica que ella trajo anestesió estas ideas y por ende se suspendieron las obras en ejecución”.
“La primera que tuvo la ciudad fue la Galería Juan B. Pezza construida en San Martín 650 en los momentos inmediatamente anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Aludir a esta catástrofe que enlutó al orbe tiene sentido cuando se alude a 'las galerías' porque la situación emergente de la guerra consituyó, como para tantos otros procesos constructivos, una traba fundamental para su difusión. La galería Pezza por esta y otras razones quedó a la postre truncada no habiéndose alcanzado a concretar la inspiración inicial. En los mejores testimonios se aludía a la posibilidad de llegar por ella hasta 24 de Septiembre”, como vemos la idea tenía su tiempo, aunque otras cuestiones impidieron su concreción hasta muchos años después.
En sus vecindades, “pero con un proceso constructivo inconcluso y detenido”, se encontraba la galería del edificio Tonsa, “orbe a mitad de la primera cuadra de la calle Muñecas”. La construcción iniciada hacia fines de la década de 1950 se encontraba parada y se hablaba que se reincidirían hacia 1965. Sin embargo, al parecer no ocurrió porque el edificio aún no fue terminado aunque hay oficinas ocupando los primeros pisos y la galería es una cadena de venta de electrodoméstico. También se hablaba de una posible galería que uniera 24 de Septiembre al 500 con la primera cuadra de 9 de Julio, cosa que no se concretó.
La apertura de “las galerías” jerarquizó la geografía de nuestra ciudad enriqueciendo las alternativas que presentaba el sector céntrico y abriendo posibilidades efectivas al ornato y embellecimiento urbano. Con ellas la ciudad experimentó una transformación profunda que arrancándola de la estructura colonial que aún pesa en numerosos barrios, le dio perfiles de urbe moderna en su sector de mayor significación e importancia.
“Las 'galerías', a la vez que pusieron modernidad, belleza, lujo y calidad en el corazón aldeano de la ciudad, crearon un mundo singular dotado de dinámica propia, que posee además potentes motivos de atracción. Son un orbe casi feérico operando contra la monotonía que aún se aposenta en los barrios sin variantes, ni creadas complejidades” de esta manera nuestro colega de entonces valoraba a los nacientes ejes comerciales.
“En 'las galerías' el duende travieso de la casualidad ha creado un esquema de dédalo una versión local de un posible jardín de senderos que se bifurcan. Brindan elementos para una posible teoría del laberinto”, quizás con algo más de romanticismo y poética nuestro colega haya querido darle una nueva idea al caminos diversos que podían darse dentro aquellos caminos.
Un Convenio fecundo
Un convenio que se suscribiera casi al promediar la década de los años 50, fue fecundo en cuanto hace a la realización de “galerías”. Fue suscrito por las empresas que “representaban los señores Enrique García Hamilton, Enrique Minyersky y Carlos de La Serna. y la firma Kostzer Hermanos”. En su consecuencia quedó materializada la decisión de realizar y unir lo que en la actualidad se conoce como las galerías Maipú, LA GACETA, Central y San Martín.
El ingeniero Luis Silvetti proyectó la galería LA GACETA; el arquitecto José Elías Niklison la San Martín, y el ingeniero Saúl Catsap y la arquitecta Sara Abregú, la Maipú. Más adelante fueron construidas las galerías Muñecas y Medici, con lo que quedó concluido el aprovechamiento interior de la manzana que limitan las calles San Martín, Mendoza, Maipú y Muñecas. La galería que lleva el nombre de esta arteria fue proyectada, a su vez, por los arquitectos Adolfo Cavagna y Ricardo Marré.
El proceso puesto en marcha de este modo tuvo notoria proyección. Entre 1959 y 1962 la ciudad recibió un nuevo aporte. Fueron construidas las galerías Florida y Rose Marie. En referencia Florida se señalaba que “llevará un edilicio de 10 pisos, proyectado inicialmente como hotel. Su construcción fue postergada en razón de que la conocida restricción de créditos bancarios Operada en esos años, privó a su propietaria, la Empresa Constructora COMIN SRL del apoyo financiero necesario, Todo está previsto para reanudar los trabajos en el momento en que se nucleen los capitales suficientes”. Como se ve el proyecto quedó trunco, sin el hotel y solamente siguió la galería.
“El 9 de julio de 1963 fue inaugurada la Galería Mendoza. La galería de estructura más compleja, con sus varios pisos, que posee la ciudad. Su realización está unida íntimamente a la acción del empresario Camel Auad. Su empuje y sus conocimientos se volcaron cabalmente en la materialización de esta obra que fue proyectada por el arquitecto Carlos Invernizzi”.
Para concretar sus ideas Auad efectuó varios viajes con el fin de observar las distintas “galerías” existentes en otras partes del país. “En estos días está concluyendo la ocupación de los distintos locales y ambientes de la Galería Mendoza. Por ahora es la última galería habilitada en la ciudad”, como vemos para mediados de los sesenta los paseos comerciales eran centros de atracción para los tucumanos y aún faltaba la concreción de varias más.