Habían iniciado 2022 con un objetivo claro. En La Ciudadela habían apostado todos sus cañones a lograr el ascenso a la Liga Profesional; ese era la gran meta. Por ese motivo, el mazazo que les propinó Defensores de Belgrano, en el primer cruce eliminatorio de los playoffs de la Primera Nacional, fue lapidario.
Ese cachetazo hizo ver las cosas de una manera diferente en Bolívar y Pellegrini. El plan de los últimos dos años no funcionó en absoluto más allá de que el equipo siempre estuvo en la pelea. Pero la identidad que pregonaba Pablo De Muner y que defendían a capa y espada sus pupilos, no sirvieron para lograr el ansiado ascenso y obligó a esperar una temporada más.
Por eso la CD entendió que era momento de hacer borrón y cuenta nueva; de buscar otros caminos que pudieran acercar al equipo a ese logro que viene siendo esquivo.
Ni bien se consumó la eliminación de un equipo que venía decayendo en el último tiempo, Rubén Moisello, Carlos Cisneros, Bruno Sogno y compañía se movieron rápido. Contrataron a Alexis Ferrero como manager y se pusieron manos a la obra para elaborar el nuevo plan.
“Vamos a afrontar una renovación profunda”, dijo el ex capitán que condujo al equipo entre 2016 y 2017 durante la conferencia de presentación; y en ese sentido se vienen manejando puertas adentro.
Se fueron 18 jugadores, contrataron a Iván Delfino como nuevo entrenador y ya sumaron 10 refuerzos (Nahuel Banegas, Iván Molinas, Enzo Martínez, Emanuel Dening, Agustín Colazo, Leonel Bucca, Wilfredo Olivera, Claudio Pombo, Francisco Tinaglini, Nahuel Brunet) . Pero el plantel aún está en plena etapa de formación.
La idea que tiene el entrenador y que apoya la dirigencia, es armar un grupo sólido, homogéneo, que tenga una mixtura lo más perfecta posible entre experiencia, jerarquía y juventud. Lograr el ascenso a la elite del fútbol argentino durante la temporada 2023 es casi una obligación, pero no el único objetivo.
En San Martín saben que el salto de categoría debe producirse en todos los ámbitos, no sólo en el deportivo. “Queremos que el club esté bien preparado; que cuando le toque dar el salto, tenga todas las herramientas para sostenerse en el tiempo”, aseguró el vicepresidente Cisneros hace algunas semanas.
Por eso la dirigencia tampoco descuida lo estructural. Para el año entrante, hay grandes objetivos, también en lo edilicio.
La Ciudadela cambió su fisonomía gracias a una serie de obras que le permitieron adaptarse a los tiempos modernos. Pero claro, el gran sueño es la construcción de la segunda bandeja sobre la tribuna de calle Pellegrini, proyecto que está cerca de concretarse.
La empresa que llevará adelante la obra tiene todo listo para avanzar, ni bien la Municipalidad apruebe los últimos trámites. Esta obra, estaría terminada en seis meses aproximadamente.
En tanto, en el complejo “Natalio Mirkin” la dirigencia sigue adelante con la construcción de una nueva cancha de hockey sintético, la remodelación total de la pensión para juveniles y una canalización para evitar un viejo problema (las inundaciones).
Además, en la última asamblea, los socios aprobaron un acuerdo con la Caja Popular de Ahorros que le permitió al club obtener un nuevo terreno de cuatro hectáreas (ubicado enfrente del actual predio sobre Camino del Perú), en donde se construirá un centro de alto rendimiento exclusivo para el fútbol profesional. Como contrapartida del vínculo, le cedió a la entidad bancaria un sector del predio (1,6 hectáreas) sobre avenida presidente Perón.
Lo que no mata fortalece, reza un viejo refrán y en eso parecen apoyarse en La Ciudadela. Tras el durísimo golpe de 2022, nadie piensa tirar la toalla. Está claro que el cachetazo dolió; pero la CD asegura que San Martín está de pie, listo para encarar un nuevo sueño con ilusiones renovadas y con toda la fe del mundo.