CFK: Una condena y una indefinición

En un hecho inédito en la historia democrática de la Argentina, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue condenada a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, en una causa por presuntos actos de corrupción.

El 6 de diciembre, el tribunal la encontró culpable de haber cometido los delitos de defraudación al Estado en la causa Vialidad y fue absuelta por mayoría por el delito de asociación ilícita. Se trata de la primera vicepresidenta en ser condenada por corrupción mientras ejerce su cargo. Aunque la sentencia implica la inhabilitación para ejercer cargos públicos y una pena de prisión, el fallo aún no está firme .Junto a ella fueron condenados también una decena de funcionrios de menor rango y el empresario Lázaro Báez. En cambio, resultó absuelto el ex ministro Julio de Vido.

El tribunal que integraron los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso, desde el Tribunal Oral Federal 2 también instó al decomiso de $ 84.000 millones por el perjuicio ocasionado.

“Tenemos la certeza de que, mediante la tramitación de 51 procesos de licitación pública para la construcción de obras viales sobre rutas nacionales y provinciales en la provincia de Santa Cruz, entre los años 2003 y 2015, tuvo lugar una extraordinaria maniobra fraudulenta que perjudicó los intereses pecuniarios de la administración pública nacional en los términos y condiciones establecidos por la ley penal”, sostuvo el tribunal en un breve comunicado tras leer el veredicto.

La condena a Cristina generó un tembladeral político en el oficialismo y profundizó la disputa institucional con el Poder Judicial. La ex presidenta replicó la sentencia con duras acusaciones hacia la Justicia. Insistió en la idea del “lawfare” y “el partido judicial”. Y volvió a repetir que en ese juicio no estuvieron acusados los jefes de Gabinete de la gestión k, entre los cuales esta el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía Sergio Massa.

El fallo desató una nueva crisis en el Frente de Todos, porque en la misma tarde en la que fue condenada, la vicepresidenta anunció que no sería candidata a “nada” en 2023, para evitar perjudicar a su espacio político. Días después, en lugar de hablar de renunciamiento volvió a cargar contra la justicia y habló de que sólo buscan proscribirla. “El único renunciamiento del peronismo es el de Evita. Tampoco hay autoexclusión, acá hay proscripción”, dijo. Y ahondó: “Los fundamentos se van a leer un 9 de marzo, el mismo día en que se publicó el decreto en el que se prohibía decir la palabra Perón y Evita, y se prohibía cantar la marcha peronista”.

Hasta entonces, el oficialismo y la oposición deberá esperar para saber qué decisión final tomará Cristina en el electoralísimo 2023.