Se mantiene la procesión de compradores hacia el Norte

Se mantiene la procesión de compradores hacia el Norte

EN BERMEJO. Dependiendo del rodado, los precios de cubiertas rodado 13 o 14 pueden ir desde los $ 13.000 a $ 40.000, dependiendo las marcas. EN BERMEJO. Dependiendo del rodado, los precios de cubiertas rodado 13 o 14 pueden ir desde los $ 13.000 a $ 40.000, dependiendo las marcas. IMAGEN ILUSTRATIVA

El paso fronterizo de Aguas Blancas –ubicado a 540 kilómetros de la capital salyeña- se convirtió en uno de los más elegidos para cruzar a la ciudad de Bermejo (Bolivia) y comprar cubiertas a precios considerablemente menores.

En Bermejo, la avenida Barranquera puede considerarse la envidia de Argentina porque las cubiertas que aquí faltan o sufrieron una fuerte suba de precios allí abundan y resaltan entre un sinfín de comercios que venden ropa, bicicletas y artículos para el hogar. Dependiendo del rodado, los precios de cubiertas rodado 13 o 14 pueden ir desde los $ 13.000 a $ 40.000, dependiendo las marcas. Estos precios representan una diferencia de hasta un 50%, en relación a los precios que se encuentran en nuestro país. Los artículos más buscados, a partir de sus módicos precios, por la clientela argentina pertenecen a marcas de origen asiático como: Rockblade, Sunwide y Triangle. Aunque la mayoría de las marcas que se comercializan en la frontera norte pueden resultar desconocidas para los clientes que llegan desde Argentina, los vendedores insisten en que sus productos son de calidad y confiables para poder transitar. Sin embargo, están quienes opinan lo contrario y destacan que “a la larga lo barato puede salir caro”.

De acuerdo a los relatos de los propios comerciantes, la demanda de cubiertas mantuvo buenos números de comercialización a lo largo del año, pero en los meses de septiembre y octubre alcanzaron ciertos picos por la demanda argentina. Incluso, esta oleada provocó la falta temporal de stock. Incluso, este boom por las cubiertas rompió la estacionalidad turística en la zona porque habitualmente, el principal movimiento de visitantes se registra en las estaciones de otoño e invierno. Entre los meses de abril y agosto, las chalanas se llenan de personas que cruzan el Río Bermejo en búsqueda de ropa de abrigo. Los precios de camperas, buzos y camperones siguen siendo una tentación para aquellos que buscan vestirse o comprar para revender, más allá de la desfavorable diferencia cambiaria por la devaluación del peso.

Para quienes pasan cubiertas de contrabando por el norte salteño, los escollos son varios a lo largo del trayecto. Después de hacer las compras en el lado boliviano, el primer objetivo es volver a la Argentina y para eso algunos optan por traerlos ellos mismos, pero otros confían en los pasadores que cobran una determinada tarifa por hacerse cargo de los bártulos. Superada esa instancia, existe la posibilidad de cambiar las cubiertas en alguna de las diversas gomerías con las que cuenta Aguas Blancas, pero también están quienes prefieren cargarlas en vehículos y llevarlas a distintos puntos del país.

Para estos viajantes, el control caminero del puesto 28 suele ser uno de los principales escollos porque en caso de ser descubiertos pueden sufrir el decomiso de las compras y quedar en manos de la Justicia Federal por violar el Régimen de Equipaje.

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