Mientras los gigantes del fútbol europeo tienen en la mira a Enzo Fernández y se disputan el pase del Campeón del Mundo, en Argentina resurgen historias y anécdotas de cuando el futbolista tuvo su paso por River Plate, y en esta oportunidad, la historia incluye a su compañero Imanol Segovia, el defensor nacido en Misiones que acaba de fichar en el Elche de España.
En unas declaraciones al sitio Millonario, Segovia resaltó el gran gesto solidario que tuvo Enzo cuando fueron compañeros en el club: “Yo llegué a River en 2016 y a mitad de año, como no me llegaba el pase libre de Crucero del Norte, me dijeron que no iba a tener más lugar en la pensión. Tenía 15 años y no me podía alquilar algo. No sabía qué hacer, me iba a tener que volver a Misiones. Pero apareció Enzo que, sin preguntarle a los padres, me dijo que fuera a su casa", recordó.
Y agregó: "Raúl trabajaba en una fábrica y Marta era ama de casa. Me dieron una mano bárbara. Ellos son mis papás del corazón, mi segunda familia. Sigo hablando con Enzo, con sus papás y sus hermanos. Les voy a agradecer toda la vida", dijo el misionero.
Por su parte, Jorge Gordillo, técnico que dirigió a Fernández en la Octava manifestó: "Enzo era muy buen compañero, un chico muy atento. Tuvo una actitud muy linda con un compañero que se había quedado sin pensión y lo llevó a su casa. Era una familia a la que no le sobraba nada, pero le abrieron las puertas para que no tuviera que volver a su ciudad", contó.
Pero la historia no terminó allí. En diciembre del 2016, River dejó libre a Segovia y para no tener que regresar a su casa, Enzo lo ayudó a buscar algún club donde se pudiera probar. Se enteraron que Racing estaba realizando pruebas y no dudaron en ir desde San Martín hasta Avellaneda. "Viajamos con Enzo más de dos horas en colectivo hasta el predio Tita Mattiussi. Por suerte me ficharon y al año siguiente, cuando arranqué en Racing, me dieron lugar en la pensión del club, así que me instalé ahí", comentó el actual defensor del Elche.
"Hablamos antes de que viajara a Qatar y durante el Mundial no lo quise molestar. Sí fui hablando con los hermanos, Sebastián, Rodrigo, Maximiliano y Gonzalo, y con los papás. Ellos no lo podían creer, todavía no caen de todo lo que les está pasando", cerró el futbolista misionero.