Los malos resultados económicos de las últimas campañas citrícolas han comenzado a generar algunas reacciones en el sector productivo. Cabe destacar que, en los últimos años, la oferta excesiva provocó, entre otros, una caída importante de los precios de la fruta fresca y también de los derivados de esta industria, lo que provocó un colapso en la actividad.
Esto sucedió como consecuencia, principalmente, del crecimiento de la actividad en Turquía, en Sudáfrica -ambos países triplicaron su producción a lo largo de la última década- y en la Argentina, donde casi se duplicó. Por otro lado, factores como la guerra entre Rusia y Ucrania, los elevados costos de la energía y del transporte -y, en nuestro caso en particular, de la producción- no hicieron más que agudizar la crisis. La presencia de fruta en muchos lotes comerciales al final de la campaña resultó el indicador más claro de todo esto.
“Ante esta situación, no pocos productores decidieron erradicar aquellos lotes más viejos y menos productivos, como forma de eficientizar los gastos. Y en ese sentido, el momento actual de la principal actividad de la provincia -sucroalcoholera- pasó a ser una tentación para redestinar varios de esos lotes”, señaló Hernán Salas, director Asistente en Investigación y Tecnología Agropecuaria de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc).
Debido a este motivo, la sección Sensores Remotos y Sistemas de Información Geográfica (SIG) de la Eeaoc realizó un nuevo relevamiento -el último lo había hecho en julio-. Se pudo constatar la presencia de 47.310 hectáreas netas de cítricos, de las cuales, aproximadamente 1.650 hectáreas correspondían a cítricos dulces en especial, naranja y mandarina-, y el resto a limón. Federico Soria y Javier Carrera Baldrás contaron que se realizó un estudio para estimar la superficie de cultivos de cítricos desmontados entre el 16 de julio y el 3 de diciembre.
Como primer paso se procedió a enmascarar, en las imágenes satelitales, la superficie citrícola sobre la base de la capa de cítricos estimada para 2022, con el fin de separar las diversas coberturas.
Una vez realizada la identificación del área citrícola se procedió al análisis de cada imagen con el objeto de identificar los desmontes producidos en los campos cítricos durante el período enunciado.
Los resultados finales fueron las coberturas temáticas con la información de superficie neta, la cual representa a la superficie efectivamente ocupada con plantas cítricas. Esta surge de deducir un factor de corrección que depende de la resolución espacial del sensor utilizado. Se usaron en las clasificaciones imágenes Sentinel 2A, cuya resolución espacial es 10x10 m, lo que permite que parte de la caminería interior de las fincas y sus áreas de servicios (galpones, playas de cosecha, etc.) puedan ser diferenciadas en las clasificaciones, mientras que otros sectores no puedan discriminarse; por lo que el valor neto es el resultado de deducir un 9% al valor de superficie bruta surgido de los procesos de clasificación.
Los resultados obtenidos dieron muestra de una superficie desmontada de 4.350 hectáreas.
Esto implica que la superficie destinada a la producción de limón para la próxima campaña será casi un 10% inferior a 2022. Asimismo, y de acuerdo a sondeos realizados, existe la posibilidad de que esta tendencia se agudice si los resultados económicos no mejoran durante el próximo año.