Condenan a un juez de Paz por amenazas contra su ex esposa

“Todavía no caigo de que llegué hasta aquí. Realmente no estoy feliz con esto pero en cierta forma creo que tengo paz, como la que uno siente luego de rendir su última materia”, expresó la abogada Natalia García Salemi en entrevista con LA GACETA. Ayer concluyó el juicio en el cual su ex marido, el juez de Paz Santiago Montilla Zavalía fue condenado por el delito de amenazas simples. La víctima había decidido no hablar luego de que se conociera el fallo, pero horas después aceptó la entrevista con nuestro diario por un motivo: “quiero que esto deje algún precedente. Yo fui golpeada muchos años hasta que un día me animé a denunciar. Sé bien lo que es el temor a contar las situaciones que está viviendo con un golpeador, por eso quiero que esto sirva para mostrar que la Justicia existe y para que las mujeres se atrevan a denunciar”.

En su denuncia, García Salemi sostuvo que el 18 de enero de 2018, en el club de veraneantes de Tafí del Valle, Montilla Zavalía la amenazó de muerte con un arma de fuego. Explicó que el hecho ocurrió delante de varios testigos, entre ellos, dos hijos que la víctima y el imputado tienen en común.

En 2019 la causa, que fue tramitada en el Centro Judicial de Monteros, fue elevada a juicio por el delito de amenazas de muerte agravadas por el uso de armas. La víctima sostuvo que el inicio del juicio se postergó en varias ocasiones por diversos motivos. Finalmente, en el debate oral, que concluyó ayer, el juez Guillermo Puig resolvió condenar a Montilla Zavalía a un año y seis meses de prisión condicional por el delito de amenazas simples. Esta sentencia no le impediría continuar cumpliendo funciones en el Juzgado de Paz de El Chañar.

“Aún tengo miedo”

“Más allá de que sí hubo un arma, algo que fue acreditado por los testigos y que no se consideró en el fallo, haber llegado a esta condena me da cierta tranquilidad. Hoy estoy orgullosa de la mujer que soy y de haber llegado hasta el final con esto. Lo denuncié varias veces por diversos hechos, esta es la primera vez que la Justicia me escucha y hace algo por mí”, indicó la denunciante.

García Salemi manifestó que a pesar de este logro aún siente miedo. “Creo que la condena lo frenará un tiempo, pero no creo que esto termine acá. Fueron muchas las denuncias que le hice, yo siento que soy una Paola Tacacho más y que tarde o temprano él me matará”, sostuvo, haciendo referencia al caso de la docente que había radicado numerosas denuncias en contra de Mauricio Parada Parejas, el hombre que en 2020 terminó matando a puñaladas a Tacacho en la vereda de Monteagudo al 500. “Hoy temo de salir a la calle y que me esté esperando en la esquina. Temo de salir a acompañar a mi hijo a alguna parte. Incluso temo estando en casa, porque no tengo custodia policial”, expresó.

Por último, consideró desacertado que Montilla Zavalía pueda seguir desempeñándose como juez de Paz. “Es un cargo para impartir justicia; no estoy de acuerdo con que pueda seguir ejerciendo y esperaremos los argumentos de la sentencia para ver cómo actuamos. Yo conté que él amenazó a otras parejas que atestiguaron el hecho diciéndoles que él era juez y que ya iban a ver lo que pasaba si actuaban en su contra”, denunció.

“Es muy duro para mí que mis hijos hayan vivido esto. Valoro mucho que uno de ellos haya declarado lo que pasó ese día y haya contado también otros casos que sufrí”, concluyó García Salemi.

“No se probó la acusación”

“Desde el principio con la defensa oficial y ahora con el doctor José Ferrari venimos planteando la inexistencia no sólo de un arma sino también de las amenazas de que se me acusa”, sintetizó Montilla Zavalía en entrevista con nuestro diario. El funcionario judicial negó todos los hechos que le reprochó su ex pareja y adelantó que esperarán a conocer los argumentos de la sentencia del juez Puig para poder apelarla.

Su defensor se explayó un poco más sobre el tema. “Hace 4 años que mi representado estaba acusado por una amenaza agravada. Fue absuelto por ese hecho, porque no acreditaron la existencia de un arma”, explicó Ferrari. Luego agregó que Montilla Zavalía fue condenado por amenazas simples, delito que prevé una pena máxima de dos años de prisión. En ese sentido, analizó: “creo que no se llegó a probar la existencia de alguna amenaza, de hecho creo que los testigos que se presentaron al debate fueron ‘plantados‘ por la querella porque todos declaraban cosas distintas. No comparto la resolución”.

Por último, Ferrari destacó: “insisto en que no se probó que haya habido amenazas, pero si hipotéticamente hubiesen existido, la pena por el delito de amenazas simples ya prescribió en 2020”.