22 Diciembre 2022
CONOCIDOS. Boluarte recibe a Otálora, el nuevo jefe de Gabinete, que fue ministro de Defensa.
LIMA, Perú.- La presidenta de Perú, Dina Boluarte, designó como jefe de gabinete a su ex ministro de Defensa, en una temprana remoción parcial de su equipo de gobierno en busca de aplacar las protestas por un adelanto de las elecciones al 2024.
El nuevo primer ministro, Alberto Otárola, fue abogado de Boluarte hace unos meses por una denuncia en el Congreso y se desempeñaba como jefe de la cartera de Defensa desde hace dos semanas en el equipo de 18 ministros de la nueva presidenta.
Junto a Otárola, la presidenta nombró a cuatro nuevos miembros de su gabinete, al tiempo que mantuvo a los titulares de las carteras clave como el ministro de Economía, Alex Contreras; y el ministro de Energía y Minas, Óscar Vera.
Boluarte, que juramentó a los funcionarios en Palacio de Gobierno, había anunciado el fin de semana la reorganización de su equipo, días después de la renuncia de dos ministros debido a sus discrepancias en el manejo oficial de las protestas que en dos semanas han dejado al menos 25 muertos y cientos de heridos.
Otras cinco personas han muerto en incidentes relacionados con los bloqueos de carreteras. Ayer, las protestas parecían haberse reducido en comparación con los días previos, según autoridades.
Boluarte se convirtió en la primera presidenta del país el 7 de diciembre, luego de la destitución y arresto del ex mandatario socialista Pedro Castillo, quien intentó disolver el Congreso y reorganizar el sistema judicial, en un movimiento político que los legisladores denunciaron como ilegal y pasible de destitución.
La presidenta, con la mitad de mujeres en su equipo, había anunciado que buscaría un gabinete “más político” para tender puentes de diálogo y frenar las manifestaciones.
Otárola, que ha ocupado varios cargos públicos y ha sido agente del Estado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, fue hace una década ministro de Defensa del ex presidente Ollanta Humala y, en el 2018, su abogado.
“No es una crisis resuelta, todavía tenemos algunos conflictos focalizados”, dijo el primer ministro Otárola en conferencia de prensa. “Vamos iniciar un amplio proceso de diálogo y concertación nacional, hemos atravesado una semana crítica llena de problemas para el orden público, que ha generado sensibles muertes”.
“Pésima estrategia”
La designación del nuevo primer ministro fue rechazada por políticos y legisladores de izquierda, que acusan a Otárola de ser responsable de las muertes luego de que el Gobierno decretó el “estado de emergencia” nacional y entregó el control del orden público a las Fuerzas Armadas.
“Sin ningún remordimiento, hoy jura como nuevo premier Alberto Otárola, uno de los principales responsables políticos de la muerte de 26 peruanos”, dijo la legisladora Sigrid Bazán.
La Policía y las fuerzas armadas peruanas han sido acusadas por grupos de derechos humanos de usar armas de fuego mortales y lanzar bombas de humo desde helicópteros. El ejército dice, por su parte, que los manifestantes, la mayoría en el sur andino de Perú, han usado armas y explosivos caseros.
“Estamos en una crisis generada por una pésima estrategia que él (Otárola) recomendó. Lo que hace Dina Boluarte, en lugar de sancionar, es poner al responsable de las masacres que han sucedido estos días”, dijo por Twitter Mirtha Vásquez, quien fue el año pasado la primera ministra del ex mandatario Castillo.
En las protestas, los manifestantes reclaman elecciones inmediatas y el cierre del Congreso; y otros piden además la libertad de Castillo y la renuncia de Boluarte.
El martes, el Congreso aprobó una reforma constitucional que posibilitaría el adelanto de elecciones generales en dos años, a abril del 2024.
La propuesta fue aprobada por 93 votos a favor y ahora el parlamento tendrá que realizar una segunda votación para refrendar en forma definitiva las elecciones anticipadas.
La situación política en Perú generó una crisis diplomática luego de que el Gobierno declaró como “persona non grata” al embajador de México en Lima y lo expulsó por una “injerencia inaceptable” en los asuntos internos del país.
México, que había mostrado públicamente su apoyo al destituido ex presidente Castillo, concedió asilo político a la esposa del líder político peruano y a dos sus menores hijos, quienes llegaron a la capital mexicana el miércoles luego de que el Gobierno peruano les diera un salvoconducto.
Castillo se encuentra en prisión preventiva por 18 meses mientras es investigado por rebelión, delito que él niega.
El presidente de la nación norteamericana, Andrés Manuel López Obrador, dijo desde la Ciudad de México en una conferencia de prensa que su país no romperá relaciones diplomáticas con Perú por la expulsión de su embajador.
“Estamos en un estado lamentable de relaciones diplomáticas fomentadas básicamente por López (Obrador)”, dijo Otárola. “Confiamos que esto amengúe, hacemos un llamado a que el señor López pare de referirse al Perú“, agregó.
Perú y México, junto a Colombia y Chile, integran la Alianza del Pacífico, un bloque regional de 230 millones de personas con un mecanismo de integración económica y comercial, que podría verse afectada por esta tensión diplomática. (Reuters)
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