No se podrá tener de recuerdo la foto de Lionel Messi en el balcón de la Casa Rosada con la Copa del Mundo, como ocurrió con Diego Armando Maradona luego de conquistar el Mundial en 1986. Esta vez, los futbolistas decidieron pegar el faltazo y decirle que no a la invitación del presidente Alberto Fernández.
La invitación del Gobierno Nacional le llegó a “Chiqui” Tapia cuando el plantel aún estaba en Qatar. “Decidan ustedes muchachos, el balcón está a su disposición”, dijo el presidente de la AFA. Recién cuando llegaron a Ezeiza, Messi reunió a todos los futbolistas para decidir. Aseguran que hubo votos a favor y otros en contra, pero finalmente optaron por el “no” debido a que querían reunirse lo antes posible con sus familiares, teniendo en cuenta que estaban concentrados desde el 14 de noviembre con la “albiceleste”. Ante la negativa, desde el Gobierno ofrecieron que no esté el Presidente en los festejos, que solo se haga una foto de una reunión privada y que el plantel celebre sin ninguna figura política en el balcón del histórico edificio. Pero no hubo caso, porque la decisión ya estaba tomada. Recién ayer a la tarde, luego de que los festejos se vieran desbordados por la multitud, resurgió nuevamente la posibilidad, ya que lo jugadores tuvieron que subirse a helicópteros. “Hoy es la fiesta del encuentro del equipo Campeón Mundial con su pueblo”, publicó en su cuenta oficial de Twitter la Casa Rosada después de que se confirme que el colectivo que trasladaba a la “Scaloneta” desde Ezeiza no iba a pasar por el Obelisco, donde los esperaba una multitud. Los jugadores saludaron a los hinchas desde helicópteros y decidieron regresar al predio de la AFA en Ezeiza. Esta no es la primera vez que los futbolistas rechazan ir a la Casa Rosada. Lo mismo ocurrió luego de la consagración en la Copa América de Brasil.
Esta vez el festejo no pudo ser como en 1986, cuando la Selección fue al balcón presidencial con Maradona a la cabeza. Ni como en 1978, cuando Jorge Videla recibió a Daniel Passarella. En 1990, Carlos Saúl Menem también recibió al seleccionado subcampeón. Esta vez, el fútbol y los sentimientos del pueblo, estuvieron bien lejos de la política.