Finalmente, la Selección ya está en suelo argentino. Después de un largo vuelo desde Doha con escala en Roma, el avión de Aerolíneas Argentinas que trajo de regreso a los flamantes campeones del mundo tocó tierra alrededor de las 2.20 en la pista del aeropuerto Ministro Pistarini, en Ezeiza. Pocos minutos después, la aeronave llegó carreteando al FOB Vip Club, espacio ubicado a tres kilómetros y reservado a los vuelos de carácter privado. Allí, junto a medios nacionales e internacionales, estuvo LA GACETA.
La recepción estuvo montada desde varias horas antes, y la expectativa fue creciendo a medida que se acercaba la hora prevista para el aterrizaje. "Ya están en Uruguay", anunciaron primero, "ya cruzaron el Río de la Plata" informaron un rato después. Eran alrededor de las 2.09 cuando las luces del avión se hicieron visibles a la distancia.
Se hizo larga la espera para todos los que esperaban en la recepción del Vip Club, prensa incluida. Ya eran casi las 3 cuando el enorme Airbus rodeó el hangar de Aerolíneas Argentinas y la puerta se abrió finalmente. Uno a uno, los jugadores y miembros del cuerpo técnico fueron descendiendo de la escalinata, de frente a un escenario desde el que La Mosca les daba la bienvenida al son de "Muchachos, nos volvimos a ilusionar", la versión aggiornada de su viejo éxito que se volvió hit en Qatar y en Argentina gracias a la Scaloneta.
Aparecen los campeones
El primero en bajar fue, lógicamente, el capitán y máxima figura: Lionel Messi, con la Copa del Mundo en la mano, seguido de cerca por el arquitecto del equipo que conquistó América y el mundo, Lionel Scaloni, seguido por el presidente de la AFA, Claudio "Chiqui" Tapia. Más atrás, Lautaro Martínez y Julián Álvarez.
Lentamente, los jugadores fueron desfilando frente a las cámaras sobre una alfombra roja orientada hacia el micro descapotable que los trasladaría en el corto trayecto hacia el enorme predio que la AFA tiene en Ezeiza, donde pasarían la noche.
La expectativa por la llegada de la Selección había ido en aumento desde la mañana de ayer. Ya en la madrugada había gente armando su campamento en torno al perímetro del predio de la AFA, y a medida que fueron pasando las horas, el tráfico por la avenida Ricchieri fue tornándose una tortura para los ansiosos. A eso de las 20, cuando todavía faltaban más de seis horas para el paso de los micros, ya todo era un gigantesco e intransitable carnaval. "Nosotros estamos desde las 3 de la mañana acá", aseguró un grupo de amigos llegados desde Maciel, Santa Fe, con el único propósito de agradecerles en persona a los jugadores por haber traído la Copa a Argentina otra vez después de 36 años.
Mientras tanto, el sector de arribos internacionales del aeropuerto Ministro Pistarini comenzaba a poblarse de camisetas albicelestes y moradas provenientes de Qatar. Entre ellas, la de David "El Vikingo", un tucumano con un parlante a cuestas en el que reproducía con orgullo "La pecosa siempre al 10", la canción que había compuesto para Messi. Todo era canto y baile en el lugar, en parte favorecido por la errónea creencia de que por ese mismo pasillo caminarían horas más tarde los campeones del mundo. Muchos se quedaron a esperar en vano. La recepción ya estaba preparada con bombo y platillo a unos pocos kilómetros de allí, en el FBO Vip Club del aeropuerto, espacio reservado para los vuelos privados. Mejor suerte tuvieron los miles que esperaron en las inmediaciones del campo de la AFA.
Lo que sigue
El itinerario previsto para hoy contempla desayuno en Ezeiza y partida en los micros descapotables en caravana hacia el Obelisco, saliendo por Avenida Ricchieri, siguiendo por Dellepiane y luego por 25 de mayo. Por la 9 de Julio ingresarán al centro y continuarán hasta el Obelisco, el epicentro de los festejos. Posteriormente, seguirán hasta Libertador y Figueroa Alcorta, antes de emprender el regreso al predio de Ezeiza por la avenida General Paz.