La mañana posterior a la tercera consagración mundial de la Selección argentina se pareció bastante a la de un lunes cualquiera en Buenos Aires. El Gobierno Nacional decidió que hubiera solo asueto administrativo y no feriado nacional, habida cuenta que el plantel del flamante campeón del mundo aterrizaría en Ezeiza recién en las primeras horas del martes, por lo que no tenía sentido parar la actividad en el inicio de la semana y a tan pocos días para las Fiestas.
Por eso, bajo las mamparas en las que hasta horas antes había hinchas trepados cantando por el título mundial y por Lionel Messi, ahora había gente esperando el Metrobus. El habitual ajetreo del centro porteño apenas daba cuenta de lo que había sucedido en la avenida 9 de Julio el día anterior, de no ser por la gran cantidad de basura acumulada en los bordes de las calles y algunas paredes pintadas aquí y allá.
Según los planes originales, el epicentro de la actividad del lunes debía ocurrir en Ezeiza, a cuyo aeropuerto la Selección tenía planeado arribar originalmente pasadas las 19. Sin embargo, el avión despegó más tarde de lo previsto desde Doha, por lo que el horario de arribo se pasó primero para las 21, y luego para las 2 de la mañana. Incluso se llegó a decir que podrían estar aterrizando entre las 3 y las 4, pero el monitoreo por medio de la aplicación Flightracker permitió establecer el horario de llegada en las 2.10. Durante un lapso, el vuelo de regreso de la Selección (que hizo escala en Roma) fue el más seguido por usuarios en tiempo real en todo el mundo. Así de grande es la ansiedad de los argentinos por la llegada de la “Scaloneta”, que cortó 36 años de espera y les hizo a conocer a millones lo que se siente festejar un campeonato del mundo.
El arribo nocturno permitió descartar la posibilidad de un contacto con la prensa o algún recibimiento masivo en el aeropuerto. Apenas el avión toque tierra, el plantel se trasladará hacia el predio de la AFA en Ezeiza, ubicado a unos pocos kilómetros. Allí pernoctará antes de afrontar el itinerario de mañana.
Si bien se habló de la posibilidad de que la Selección cumpliera con la visita protocolar a la Casa Rosada para saludar a los hinchas desde el balcón hacia la Plaza de Mayo, no hubo confirmación oficial al respecto. Se dice que para evitar darle un tinte político a una conquista que pertenece a todos los argentinos, sin distinción de ideologías.
La “Scaloneta” se transformaría en el primer plantel campeón del mundo en no cumplir con ese ritual. El dictador Jorge Rafael Videla recibió a los ganadores de Argentina 1978 y Raúl Alfonsín, a los de México 1986.
Las autoridades nacionales esperan desde el sábado una respuesta por parte de los jugadores, ya que los dirigentes de AFA les habían avisado que ellos eran los que debían tomar la decisión. Dos detalles. Cuando la Selección ganó la Copa América tampoco realizaron una visita presidencial. Cuentan que en Qatar, aprovechando su estadía en ese país, el ex presidente Mauricio Macri envió mensajes para ver si podía visitar la concentración, pero le dijeron que no.
Finalmente, se confirmó que luego del desayuno, el plantel partirá desde el predio de Ezeiza hasta el Obelisco, en un recorrido que lo llevará por las avenidas Ricchieri, Dellepiane, 25 de Mayo, luego ingresarán al centro por la 9 de Julio hasta Libertador y Figueroa Alcorta, antes de emprender el regreso a Ezeiza por la General Paz.
Las autoridades nacionales se encontraban diagramando el operativo de seguridad en forma conjunta con las de la Ciudad de Buenos Aires, la policía local y la Federal.
Por lo pronto, el Gobierno Nacional ya decretó feriado nacional para que la gente pueda acompañar los festejos de la Selección.