Concepción triplicó la recolección de residuos para reciclado

En el 2020 el municipio de Concepción captó 15 toneladas de residuos sólidos con destino de aprovechamiento o reciclado. En este año que culmina la cifra se eleva a las casi 60 toneladas. La cantidad no es muy significativa si se tiene en cuenta que en esa ciudad por día se recolecta 50 toneladas de desechos. Es decir 1.500 tn por mes y 18.000 por año. Una montaña de desperdicios que, con el tiempo, el municipio se propone ir incorporando a lo que se denomina “economía circular”.

“Es un modelo de producción y consumo que involucra reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes para generar un valor agregado. Así todos los desechos se transforman en un recurso económico valioso y deja de ser contaminante, como lo es en la economía lineal o tradicional de la que hay que salir”, explicó Fernando Molina, director de Medio Ambiente de la intendencia de Concepción.

El profesional tiene a cargo la Planta de Acopio y Tratamiento de Residuos Sólidos que fue inaugurada en mayo último. Ahí se almacenan vidrios, plásticos, cartones, maderas, desechos tecnológicos y otros que son separados y destinados a diferentes centros de reciclados del país. El proceso forma parte de un programa integral que contempla la reducción paulatina del vaciadero a cielo abierto y la apertura de un relleno sanitario con la menor cantidad de sobras. “La tarea es ardua, pero va dando resultados de a poco. La gente comenzó a tomar conciencia de la importancia de separar los residuos y cederlos a la planta de acopio. Con ese fin se está desarrollando permanentemente tareas de educación e información en establecimientos educativos y otras instituciones. Al mismo tiempo entregamos folletos e interactuamos con todas las instituciones ambientalistas”, explicó el funcionario.

Medio Ambiente dispone de unos 30 enormes canastos desplegados en distintos sectores de la ciudad, denominados “Puntos Ecológicos”, destinados a la recolección de envases plásticos.

Trazabilidad: certificado

Molina tiene en su labor dos valiosos colaboradores: los licenciados en Gestión Ambiental y Ecológica Jimena Romero y Gerardo Cruz. También hay otra decena de operarios. “Mientras se trabaja en la labor de educar y tratar de hacer tomar conciencia también de la importancia de ser un consumidor prudente y no obsesivo, avanzamos en el afán de captar a los grandes generadores de residuos”, explicó Jimena. En ese sentido Medio Ambiente, según dijo, prepara una ordenanza municipal mediante la cual se establecerán normas de trazabilidad de todos los recursos de producción que se utilizan en plantas industriales, establecimientos de comidas y otros comerciales. “Cada empresa tendrá la obligación de presentar un plan de trazabilidad de sus desechos. Y este tendrá que ser aprobado por el municipio. Cumplido este proceso se le otorgará el certificado correspondiente, el que será obligatorio”, explicó Jimena. “Aquí hay casas de comidas que al parecer nunca desecharon el aceite que se utiliza porque cuando fuimos varias veces a preguntarles si tenían algo para entregar, nos dijeron que no”, apuntó. “El aceite comestible usado es muy contaminante. Si lo arrojas por las cañerías va a las cloacas y de ahí a los ríos, formando una especie de lámina espesa que daña a la fauna ictícola. Si lo arrojas al patio quema al césped, pasto o cualquier vegetal. Es de imaginar lo que provoca en el organismo de las personas cuando se lo reutiliza para cocinar”. explicó Molina.

Medio Ambiente ya otorgó certificados de trazabilidad al ingenio La Providencia, de la firma Arcor. La fábrica tiene un plan de trazabilidad que contempla el destino de la cachaza y otros desechos que genera. La certificación es fundamental para la firma en razón de las exigencias normativas que se le impone a nivel internacional para la exportación de sus productos. Molina sostiene que el proyecto de certificación de trazabilidad será pionero en el interior tucumano. Se mostró entusiasmado, por otro lado, con el interés que ha despertado la tarea de la planta de acopio en otros municipios y comunas vecinas. “La idea es que lo que hacemos repercuta en toda la zona porque la preservación del medio ambiente nos involucra a todos. Tenemos que hacer de nuestra ciudad y pueblo nuestro hogar. Se respira distinto cuando está limpio y saludable”, remató Cruz.

El intendente Alejandro Molinuevo, en tanto, se propone elevar al rango de secretaría a la dirección de Medio Ambiente con el fin de “robustecer la infraestructura operativa” del organismo. “La planta de acopio se constituye en una muestra más de la decisión política de seguir trabajando por una ciudad con un ambiente saludable. Y en ese plan a los residuos lo vamos a ir aprovechando como un recurso que nos ayudará a generar trabajo y beneficios económicos”, sostuvo el jefe comunal.