Julián Álvarez es ese pibe de Calchín, que soñaba con tirar paredes con Lionel Messi, que sumó minutos en la final de la Copa Libertadores entre River y Boca en 2018, es el que vivió un sueño desde que aterrizó en Qatar. El que empezó en el banco, pero se metió al equipo a fuerza de goles, el que se ganó el respeto de todos los argentinos sin importar los colores, fue la gran revelación de la Scaloneta y uno de los jugadores más queridos por los hinchas.
Julián, ese que no necesita que su apellido vaya adosado a su nombre de pila para identificarlo, cuando se dice Julián, todos entendemos a quién nos referimos. Julián, “La Araña”.
En el Mundial la rompió. Si algunos habían dudado si estaba a la altura de Manchester City, ahora despejó todas las dudas. Julián pasó de eludir defensores en el fútbol argentino a romper redes en Inglaterra y Qatar. Es verdad que su presencia en los “citizen” fue opacada por Erling Halaand, un especie de androide futurista, pero el cordobés no se achicó y le demostró a Josep Guardiola que podía sumar minutos. Y tanto “Pep” como el Mundial de Qatar le dieron la razón.
Hace unos días, medios de todo el mundo contaron una anécdota. Dijeron que en el vestuario los más jóvenes le pidieron a los más veteranos que los ayudaran a entender cómo se vive un Mundial. Luego, la charla giró en torno a los grandes candidatos. Hablaban de Francia, Inglaterra y España… Guardiola apareció y se sumó a la conversación. “¿Sabéis quién tiene más opciones de ganar?”. Y señaló a Julián, que sonrió, pero se mantuvo humilde, sin decir mucho más porque aún no estaba confirmada la lista definitiva.
Hace 11 años, Álvarez contaba en un video que próximamente valdrá oro, que su principal sueño era “jugar un Mundial”. En el mismo también elige a su ídolo en el fútbol. “Messi”, dice, con seguridad y sin siquiera imaginar que el tiempo lo transformaría en su escudero, después de ganarle el puesto a Lautaro Martínez, quien llegaba como el principal candidato para asumir ese rol en Qatar. “River, el Barça y Argentina”, añade cuando le preguntan por sus equipos favoritos. En dos, al menos, ya ha conseguido festejar y transformarse en figura. Claro que, ahora será codiciado por otros clubes poderosos, por lo que Guardiola deberá ingeniárselas para tener contento al cordobés, que con 22 años y una carrera en ascenso pide minutos a lo loco.
También hace 11 años hubo una anécdota muy bien narrada por Hernán Claus para el diario “Olé”. El periodista publicó: “Ya es viral la imagen de ‘Juli’ a los 11 años y esa travesía que hizo desde Calchín hasta Córdoba capital. Viaja en el auto de Gustavo, su papá, que hoy grita los goles en Lusail. Va sentado junto a sus dos hermanos mayores, Rafael y Agustín. Hacen los 123 kilómetros de ansiedad y van al Orfeo porque ahí se hospeda la Selección modelo 2011 de Sergio “Checho” Batista. Y ahí se da esa imagen que se repite en todas las redes: los Álvarez frenan a Messi (como tantos otros chicos a los que el “10” le da una selfie) e inmortalizan para siempre eso. La gran diferencia entre Julián y el resto de los hinchas del mundo que pudieron sacarse una foto con “Leo”, es que ahora son compañeros...”
Marcelo Gallardo fue el técnico que lo llevó a Primera. Fue en la preparación para la Superliga 2018-19. Ya en el estreno, en un amistoso frente a Talleres de Córdoba, anotó el descuento en la derrota por 3-1.
Luego de convertirse en uno de los máximos goleadores del ciclo Gallardo, en River, fue vendido al Manchester City por una cifra millonaria; antes claro, formó parte del mejor equipo de América en 2021.
No hay dudas que el 2022 es el año que mejor le sentó al delantero. Hizo seis goles en una noche histórica de Copa Libertadores, en el 8-1 de River sobre Alianza Lima. Esa marca inédita hasta entonces en el club argentino y que en el torneo solo tenía un antecedente en 1985, cuando lo logró Juan Carlos Sánchez, llamó la atención de la prensa Mundial. Además, en este año también se concretó su pase al Manchester City, como si todo esto fuera poco, el título conseguido en Qatar terminó de consagrar su año como el mejor de su carrera.
Julián tiene muchas virtudes, pero lo que más llama la atención es que es muy raro que no haga lo que pide la jugada. Siempre, antes de recibir ya se muestra bien perfilado, sabe encontrar los espacios, siempre ayuda a sus compañeros marcando el pase que necesita la jugada, en los ‘mano a mano’, difícilmente erre, es letal. Además, cumple a la perfección esa frase que dice que “el ‘9’ es el primer defensor”. Irresistible para cualquier DT, sino pregunten a Lionel Scaloni o Guardiola.
El crecimiento del delantero surgido en River es tan impresionante como sus condiciones futbolísticas. El 29 de marzo anotó su primer gol con la Scaloneta y nueve meses después fue el socio de Messi en la ofensiva del equipo de Scaloni, ya que entre los dos marcaron 11 de los 15 festejos de la Argentina en el Mundial de Qatar 2022.
Sin dudas que Álvarez será el “9” de la Selección por muchos años, pese a su juventud se mostró muy maduro desde que se hizo habitual de la selección, cuando tuvo que esperar su oportunidad, lo hizo y cuando se ganó la titularidad festejó cada gol como si fuera un niño, incluso compartiendo su alegría con su principal competidor de puesto: “Toro” Martínez.
Los que lo conocen dice que es humilde, hasta algo tímido. “Vi que me pasaban mis compañeros, fui chocando y me quedé ahí. Tuve un poco de fortuna, pero fue un lindo gol”, relató con modestia, respecto al gol en la semifinal ante Croacia.
La magnitud de lo que consiguió Álvarez también se entiende cuando se repasa la edad de los grandes goleadores del seleccionado argentino a lo largo de la historia. Guillermo Stábile tenía 25 años cuando marcó los ocho goles de la Argentina en el primer Mundial de la historia en 1930; Mario Alberto Kempes y Daniel Bertoni, 24 y 23, respectivamente, en 1978; y Gabriel Batistuta tenía 25 en su debut en Estados Unidos 1994. Con apenas siete partidos en Qatar 2022, Álvarez se metió entre los diez goleadores de la “Albiceleste” en Mundiales. Tiene un futuro que ilusiona a todos, su camino en la Selección empezó con tres títulos, uno más importante que otro, ojalá sigan los éxitos.