Aplauden, pero deben mirarse

Aplauden, pero deben mirarse

El nuevo fracaso de la dirigencia opositora, la de Juntos por el Cambio, para sellar un acuerdo que muestre que quieren compartir el mismo espacio para competir unidos contra el oficialismo, sólo puede provocar amplias sonrisas en el Gobierno. Más aún, Juan Manzur y Osvaldo Jaldo deben estar aplaudiendo esta obra opositora que, ni simbólicamente, puede exponer que hay intención de no fracturarse. Unidos no están, ni mucho menos; se necesitan pero no saben cómo llegar al consenso. O bien no trabajan para ser una alternativa de poder fortalecida, sino para ofrecer a la ciudadanía varias opciones para que elijan, a costa de no llegar a la Casa de Gobierno sino, a lo sumo, acceder a una banca legislativa con algún acople o mantener alguna intendencia. Si no es que tienen un as bajo la manga para sorprender a la sociedad y al PJ, con una maniobra maestra, lo que se vislumbra es una diáspora opositora que le facilitará al peronismo la séptima victoria al hilo. Sin embargo, en el PJ tienen una razón para preocuparse a partir de lo que le ocurre a la oposición. La división de Juntos refuerza las chances del oficialismo de ganar en mayo y, por ende -y es lo que debería inquietar a la dupla gobernante- alienta el internismo en el PJ. O sea, que todos quieran competir por cargos ejecutivos -como la Capital- porque hay más posibilidades de ganar. Se lo permite la oposición. O sea, Manzur y Jaldo deberían aplaudir, pero mirar cómo esa obra repercute en su propio espacio.

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