14 Diciembre 2022
CRACK. Con solo 23 años, Kylian Mbappé buscará mañana acceder a su segunda final del mundo. Además, buscará ser el goleador del certamen
Julien Pretot
Reuter
Hoy desde las 16, Francia y Marruecos se cruzarán por la segunda semifinal del Mundial de Qatar, con responsabilidades bien diferentes. Los europeos, campeones defensores, buscarán acceder a su cuarta final en el certamen, mientras que los africanos, que son indudablemente la revelación del torneo, buscarán seguir escribiendo páginas doradas de su historia, y dar un nuevo golpe contra la lógica. Parece, en la previa, casi una nueva versión del duelo bíblico entre David y Goliat, que enfrenta a un verdadero gigante, como los franceses, contra los valientes pero más débiles (en los papeles) marroquíes.
Francia, dirigido por Didier Deschamps, se encuentra ante la enorme probabilidad de alcanzar, por primera vez en su historia, dos finales consecutivas en la competencia. Más allá de no haber brillado en casi ninguno de sus partidos en este mundial, “Les Blues” demostraron toda su jerarquía, sobre todo de mitad de cancha hacia adelante, donde Antoine Griezmann, Ousmane Dembelé, Olivier Giroud y, sobre todo, Kylian Mbappé (goleador del certamen con cinco tantos) están demostrando un nivel superlativo.
Después de imponerse en un verdadero duelo de titanes ante Inglaterra, en cuartos de final, sosteniéndose en la eficacia de sus delanteros y en la gran actuación de su arquero Hugo Lloris, Francia llega con energías renovadas a los últimos partidos del campeonato. Y claro, si uno en la previa les decía a los galos que iban a cruzarse ante Marruecos en semifinales, seguramente firmaban con los ojos cerrados, sin subestimar al rival.
Pero “Los Leones del Atlas” ya demostraron que no serán un rival para nada accesible. Tras eliminar a España en octavos de final, y a Portugal en cuartos, los dirigidos por Walid Regragui se convirtieron en el primer seleccionado de su continente en meterse entre los cuatro mejores del mundo.
Con una identidad marcada, los marroquíes se caracterizaron, a lo largo del torneo, por la técnica y velocidad de sus atacantes, y por el enorme compromiso de todo el equipo para defender. Esto quedó reflejado estadísticamente: apenas un gol recibió Marruecos en cinco partidos, y fue en contra de uno de sus defensores, en el triunfo 2-1 sobre Canadá. El resto de los rivales que se enfrentaron a los africanos, todos europeos, no pudieron anotarle.
Con Hakim Ziyech y Achraf Hakimi como líderes futbolísticos, y con su arquero Yassine Bounou en un nivel superlativo, Marruecos buscará dar un nuevo golpe, sabiendo que no tiene nada que perder.
Justamente el técnico francés Deschamps fue bastante cauto en sus declaraciones. “El partido será 50 y 50 para cada uno. Será un cruce histórico con mucha pasión”.
Walid Regragui, entrenador marroquí, también vaticinó que su equipo saldrá a buscar el triunfo. “por supuesto que tenemos hambre. Tendremos que ser fuertes para salir. Tenemos confianza y no estamos cansados”.
Uno de los cruces del partido lo protagonizarán Mbappé y Hakimi, compañeros en el PSG francés, y que tienen una gran relación fuera del campo de juego. “No tengo ninguna duda de que Hakimi estará en plena forma para superar a su amigo”, declaró Regragui a la prensa.
Por su parte, Lloris aclaró que la amistad entre ambos jugadores quedará de lado a la hora del partido. “El acontecimiento se impondrá. Aunque sean amigos fuera del campo, es el Mundial, así que hay que separar las dos cosas”, señaló.
En enero, durante un viaje a Qatar con su club, ambos jugadores habían anticipado ya un posible choque entre sus selecciones. “Después de que juguemos contra Marruecos, tengo que destruir a mi amigo”, había declarado, en aquel momento, Mbappé.
Hakimi, por su parte, respondió “voy a darle una patada”, esbozando una sonrisa. Ambos buscarán llevar a su país a la final del mundo, sin que esto amenace su vínculo personal.
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