12 Diciembre 2022
Carlos Salado
Presidente del Colegio de Árbitros de la Liga Tucumana
El procedimiento abierto por la FIFA contra la AFA, por violaciones al código disciplinario, se refiere puntualmente al artículo 12 y 16, que habla de conductas indebidas de jugadores y oficiales.
El punto 1, inciso i y j, se da cuando Lionel Messi lo va a increpar a Louis van Gaal una vez terminado el partido, reclamándole por sus declaraciones en la previa del duelo por los cuartos de final y por las conducta de los jugadores de la Selección cuando Lautaro Martínez definió la tanda de penales. En ese momento, casi todos los jugadores argentinos se burlaron de sus rivales.
Todo eso tiene un trasfondo. La FIFA debió sancionar a Van Gaal por sus declaraciones previas al partido. Además, el asistente que estaba encargado de la custodia de los jugadores en el centro del campo durante la definición por penales, debió tomar los recaudos necesarios para evitar que los jugadores neerlandeses no incumplieran el reglamento cada vez que un jugador argentino iba a ejecutar un penal. En ese momento, uno o varios futbolistas se adelantaban a hablarle al ejecutante y eso no se puede hacer.
Con respecto al artículo 16, éste se refiere al orden y seguridad en los partidos. En ese sentido, seguramente tiene que ver con las actitudes y señas que realizó Emiliano Martínez dirigidas al banco de Países Bajos y con las declaraciones de Messi referidas al arbitraje del último partido.
Igualmente, todo tiene un inicio; el ineficiente e ineficaz arbitraje del español Antonio Mateu Lahoz. Él fue quien permitió todo tipo de desbordes, no tuvo ningún control por sobre los jugadores y su conducción fue totalmente desastrosa.
Seguramente, este código disciplinario de la FIFA prevé suspensiones y sanciones económicas. Creo que la AFA deberá pagar un monto en francos suizos, la moneda oficial del país en donde está la sede de la entidad madre del fútbol, una vez que finalice la participación argentina en la Copa del Mundo.
También le cabe este tipo de sanción disciplinaria a Uruguay, por la conducta de sus futbolistas después de su partido contra Ghana; y a Portugal por las declaraciones ofensivas de algunos de sus futbolistas para con la labor del juez Facundo Tello.
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