Cosas que podemos aprender de este Mundial

Cosas que podemos aprender de este Mundial

Lionel Messi, capital del seleccionado. EFE Lionel Messi, capital del seleccionado. EFE
12 Diciembre 2022

El Mundial es mucho más que una competencia de 64 batallas que tienen como fin ungir al rey del mundo del fútbol por los próximos cuatro años. Es también un polo magnético donde por espacio de un mes convergen toda clase de culturas y costumbres, algunas muy disímiles entre sí. La convivencia no siempre es fácil, sobre todo en un espacio tan reducido como el que ofrece Qatar (la superficie del país equivale a la mitad de Tucumán, la provincia más pequeña de Argentina), pero de ella surgen no solo situaciones bastante pintorescas, sino también valiosas lecciones. Porque de la otredad siempre se puede aprender algo.

Por caso, que nunca hay que dejar de creer ni de intentar. Así lo hizo Croacia, que desoyó las voces que lo tildaban de presa fácil para la comparsa brasileña y que no bajó los brazos cuando Neymar prácticamente lo dejó sentenciado con ese golazo en el alargue de los cuartos de final. También queda la enseñanza de evitar el exceso de confianza y festejar antes de tiempo, pecado en el que incurrió un Brasil por momentos menos enfocado en maximizar su rendimiento que en la coreografía de sus celebraciones o en qué parte del escudo colocar la sexta estrella que aún no había ganado. La alegría para jugar al fútbol es parte de la cultura brasileña y es de agradecer que se sostenga frente a la sistematización del juego, pero es no es incompatible con la humildad. De paso, una lección extra: a los gatos, como a los animales en general, hay que tratarlos con respeto.

Eso sí, de Brasil cabe elogiar la decisión del entrenador Tité de hacer que jueguen todos, hasta el último arquero. Es la única selección que le dio minutos de Mundial a sus 26 convocados. Se trata de la misma filosofía que Luis Enrique, DT de España, reclamaba para el fútbol infantil en sus novedosas transmisiones por Twitch previas al Mundial: los padres y los entrenadores deben dejar que los niños se diviertan antes de agobiarlos con presiones y exigencias de resultados, y todos deben tener la oportunidad de formar parte del juego y de sentirse importantes. “La pregunta de los padres a sus hijos no debe ser si han ganado o cuántos goles han marcado; debe ser si han dado lo mejor y se lo han pasado bien”, aconseja el ex DT de Barcelona. Un mensaje a tener muy en cuenta.

De Japón quedó no solo la imagen del entrenador Hajime Moriyasu abrazando a cada uno de sus jugadores y agradeciendo con una reverencia el apoyo de su afición tras la eliminación ante Croacia, sino también el ejemplo de la educación en la importancia de la limpieza. Todos, desde los jugadores hasta los hinchas, se preocuparon en dejar el entorno en las mismas condiciones en las que lo encontraron. Después del festejo de triunfos históricos sobre Alemania y España, los “Samurai Blues” limpiaron y ordenaron los vestuarios, y hasta dejaron notas de agradecimiento. Los aficionados hicieron lo propio en las tribunas, esperando hasta que se desocuparan para proceder a limpiarlas. Si bien no es nada que no se haya visto en Mundiales anteriores, no deja de ser un gran ejemplo. Es un hábito que se implanta desde la educación escolar, donde son los niños los encargados de limpiar sus aulas.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios