De no mediar inconvenientes por las tensiones políticas imperantes en el Senado, antes de que finalice 2022 la Cámara de Senadores debería avanzar con la sanción definitiva del proyecto de ley que establece el límite de alcohol cero para la conducción de todo tipo de vehículo en el territorio nacional. Actualmente, la ley nacional N°24.449 fija que ninguna persona puede manejar su vehículo particular si cuenta con más de 500 miligramos de alcohol por litro de sangre y para los conductores de motos y ciclomotores, la tolerancia es de 200 miligramos. Mientras que los únicos alcanzados por la tolerancia cero hoy a nivel nacional son los choferes, ya sea de transporte de pasajeros, de menores o de carga.
Ante este escenario, Tucumán, que cuenta con una legislación en esta materia desde el año 2016, y otras nueve provincias del país (Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, Río Negro, Salta, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Chaco) no sentirán un cambio drástico tras la sanción de la ley nacional y el principal impacto repercutirá en las jurisdicciones que aún siguen sin legislar sobre el tema.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que el nivel máximo legal de alcoholemia no exceda los 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre, que es lo que establecieron la mayor parte de los países del mundo. Sin embargo, hay casos como Irlanda, Inglaterra o Malta que siguen teniendo un límite de 0,8.
La iniciativa, que obtuvo media sanción de Diputados y fue girada al cuerpo presidido por Cristina Fernández, propone modificar el artículo 48 de la Ley de Tránsito (N° 24.449), para prohibir la conducción de cualquier tipo de vehículos con una alcoholemia superior a 0 miligramos por litro de sangre en todo el territorio nacional.
Después de meses de discusión y de insistencias por parte del Consejo Federal de Seguridad Vial, las autoridades nacionales decidieron avanzar en este tema entendiendo que los hechos viales son la principal causa de muerte en jóvenes en Argentina.
Estudios realizados por la Agencia Nacional de Seguridad Vial y la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) en el 2018 concluyen que quienes manejan, después de haber bebido, son en su mayoría hombres menores de 35 años. “El consumo de alcohol previo a manejar se concentraba principalmente en jóvenes”, precisó el informe y agregó: “La muerte por siniestros viales es la primera causa de decesos en menores de 35 años y la tercera sobre el total de la población. Se lleva la vida de 20 personas por día. En 2018 fueron 7000 víctimas fatales. En más del 50% de las muertes por siniestros viales el alcohol está presente”.
En diálogo con LA GACETA, el secretario de Transporte y Seguridad Vial del Ministerio de Seguridad de Tucumán y presidente del Consejo Federal de Seguridad Vial, Benjamín Nieva, celebró la discusión parlamentaria en relación al tema y anheló que el Senado avance prontamente en la sanción definitiva. Sin embargo destacó que todavía se pueden mejorar aspectos que tienen que ver con las sanciones que se aplican a los conductores alcoholizados.
Como responsable del Consejo Federal de Seguridad Vial, Nieva puntualizó que el proyecto original que llegó al Congreso también promovía cambios en el Código Penal, exacerbando las penas para quienes protagonicen accidentes con víctimas fatales bajo los efectos del alcohol, y en la ley de lucha contra el alcoholismo. “Como estos aspectos no fueron tenidos en cuenta al momento de la discusión final queda la deuda pendiente de avanzar en tal sentido”, manifestó.
El funcionario tucumano destacó la importancia de dar este paso teniendo en cuenta el resultado positivo que este tipo normativa demostró en las jurisdicciones donde ya se aplica. En nuestra provincia se logró disminuir los índices de siniestralidad, pero también se termina con la especulación porque ya nadie está pensando en cuánto puede tomar para no superar el 0,5 % de alcohol en sangre. Directamente es cero”, enfatizó.
En relación al proyecto que analiza el Senado, Nieva remarcó que el principal impacto se sentirá en las provincias que no tenían tolerancia cero hasta el momento. “Primero tendrán que empezar a legislar sobre la materia. Y socialmente se sentirá más en las provincias cuyanas donde la industria vitivinícola y la defensa mal entendida de esa industria están priorizando la industria y no la seguridad vial. El ex gobernador de Mendoza Alfredo Cornejo, que no tiene conocimiento de seguridad vial, es la voz cantante de quienes aseguran que la ley no viene a modificar la situación de la seguridad vial y si viene a afectar a la industria. Es un dicho propio de alguien que tiene un conocimiento supino, máxime si ya existen provincias que demuestran la importancia de esta ley”, lanzó.
Salvar vidas
Consultado por este tema, el subsecretario de Tránsito de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, Enrique Romero, indicó que avanzar en una ley nacional resulta saludable y destacó que en la ciudad, dicha normativa permitió disminuir la siniestralidad y secuestrar 930 autos en el transcurso de 2022.
“Hay personas que nos agradecen lo que hacemos porque la finalidad de los operativos no es labrar multas o retener licencias, sino salvar vidas. Incluso, detectamos una mayor toma de conciencia a raíz de los operativos”, comentó.
A partir de la experiencia en la ciudad, el funcionario municipal aseguró que resultaría necesario que los controles sean masivos en todos los puntos de la provincia y en este sentido destacó la buena comunicación con las autoridades provinciales para coordinar trabajos conjuntos.
Finalmente, Romero cuestionó a los legisladores de provincias vitivinícolas que obstaculizaron el debate parlamentario en el Senado. “Los representantes de las provincias viñateras no pueden poner el carro por delante del caballo porque lo que buscan este tipo de leyes es prevenir y tener la facultad de ver antes lo que puede ocurrir”, concluyó.