Como en los últimos fines de semana, el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció alguna medida o “viraje” en el rumbo económico. En la semana que comienza apunta a cerrar un proyecto de ley para “la exteriorización del ahorro argentino”, para “sostener el cumplimiento y cancelación de la deuda con el FMI”.
En términos más directos, el Gobierno quiere abrir la posibilidad de un blanqueo de capitales para recaudar más recursos que no sólo sirvan para achicar la deuda sino también para financiar subsidios, becas y proyectos en el área del gas natural, un hidrocarburo cuya explotación quiere acelerar antes de que la “transición energética” mundial le cierre las actuales posibilidades de desarrollo.
El proyecto de blanqueo creará un régimen especial de “declaración voluntaria” de ahorros no declarados que alcanzará a personas humanas, sucesiones indivisas y sujetos abarcados en el artículo 53 de la Ley de Ganancias, incluidas las modificaciones dispuestas en diciembre de 2019.
El blanqueo abarcará las tenencias en moneda nacional o extrajera, tanto en el país como en el exterior, activos financieros, bienes muebles e inmuebles y otros bienes situados en el país y en el exterior, incluyendo créditos vigentes. La norma dispondrá alícuotas preferenciales para los bienes blanqueados que sean repatriados, en una primera etapa hasta el 31 de marzo de 2023, el doble de la alícuota preferencial si la repatriación se produce entre abril y el 30 de junio y el cuádruple si ocurre en el tercer trimestre del año próximo, lo que delata la intención oficial de apurar el ingreso de capital y de recursos fiscales.
Si el blanqueo no incluye repatriación, en todos los casos, según la fecha en que se produzca, la alícuota será el doble que en los casos de repatriación. Los beneficios para quienes blanqueen será que los bienes declarados no serán considerados “incrementos patrimoniales no justificados”, y que las personas o empresas que los exterioricen estarán a salvo de “toda acción civil, comercial, penal tributaria, penal cambiaria, penal aduanera e infracciones administrativas que pudieran corresponder” por los bienes declarados.
Además, quedarán liberados de los impuestos que hubieran omitido declarar, como Ganancias, Impuestos internos, IVA, Bienes Personales y Contribución especial de Cooperativas. Del total recaudado con el blanqueo, según la iniciativa que irá al Congreso, se asignará el 20% a un “fondo específico” para pago de la deuda con el FMI, otro 20% será para subsidios a las Mipymes, otro 20% a financiar becas del plan Progresar y un 40% a planes y proyectos aprobados por la Secretaría de Energía “para la exploración, desarrollo, construcción y mantenimiento de infraestructura, transporte y producción de gas natural”.
Bono de fin de año
En tanto, desde la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo del Ministerio de Economía confirmaron que habrá un bono de fin de año gracias a la recaudación por el “dólar soja”. El anuncio lo realizó esta vez José Ignacio de Mendiguren, titular de la repartición, quien reconoció que “el problema es que la plata no le alcanza al trabajador; por eso estamos desesperados. Hay que estabilizar preservando el poder adquisitivo del salario” y agregó: “falló la distribución”.
Por el momento, De Mendiguren no confirmó a quiénes estaría destinado aunque resaltó a los “sectores vulnerables” y se podría cobrar antes de fin de año.