Por Guillermo Monti
10 Diciembre 2022
Ángel Di María. FOTO TOMADA DE TYC SPORTS.
Trotando y corriendo sin problemas. Así se vio a Ángel Di María durante la práctica de hoy en la Universidad de Qatar, una muy buena noticia con miras a la semifinal del martes. El tema es qué decidirá Lionel Scaloni, porque la línea de cinco defensores viene dándole buenos resultados y cuando la pone en acción el sacrificado suele ser, precisamente, “Fideo”. Buena parte de esta historia comenzará a develarse hoy. Hablar del equipo que enfrentará a Croacia es, por el momento, campo de inevitables conjeturas.
Quedó en el camino Países Bajos y el pospartido fue extenso y tan extenuante como lo vivido en la cancha. El plantel llegó al búnker alrededor de las 2 de la mañana. Hasta que cenaron y repasaron lo sucedido en el estadio Luseil, con la infinidad de polémicas protagonizadas como cuestión central, se hizo tardísimo. El sábado fue de recuperación plena para los titulares, quienes hicieron movimientos regenerativos. El resto se entrenó con normalidad y a la tarde llegó el esperado momento de la distensión.
Hay una certeza para Scaloni: la imposibilidad de contar con los suspendidos Acuña y Montiel. Los laterales parecen predestinados entonces para Molina y Tagliafico, con Foyth como reemplazante por la derecha y Lisandro Martínez capacitado para hacer la banda izquierda si surge la necesidad. ¿Qué pasará con Rodrigo De Paul? Que haya aguantado el viernes hasta los 20 minutos del segundo tiempo fue una proeza, cuando la realidad es que estaba para jugar nada más que un tiempo. El cuerpo médico lo sigue de cerca, minuto a minuto.
El entrenamiento de hoy se realizará por la tarde y a puertas cerradas. Es la misma metodología del miércoles pasado, día en el que se filtró la noticia de la lesión de De Paul y Scaloni hizo pública su molestia. Circuló una noticia falsa que hablaba de un desgarro y de la despedida de De Paul del Mundial, creando tal confusión que el propio jugador lo desmintió por medio de un posteo en Instagram. Razones de sobra para que Scaloni y sus lugartenientes mantengan un ojo adentro y otro afuera de la concentración.
El español Mateu Lahoz desató un diluvio de tarjetas amarillas el viernes, pero el reglamento indica que todas se borran para las semifinales (salvo si hay dos de arrastre previas, como les sucede a Acuña y a Montiel). Es una tranquilidad, especialmente para los del fondo, y hasta para el propio Messi, amonestado en el fragor de la batalla contra los neerlandeses.
El cuerpo técnico analiza en detalle el juego de los croatas y prepara la estrategia. Con línea de cinco (y el gran trío Romero-Otamendi-Lisandro en el campo) o con Di María desde el arranque y Martínez en el banco… O en el lateral izquierdo. Todo está por verse. Mientras, los jugadores cerraron la jornada dedicados a recuperarse y comentando las múltiples repercusiones derivados del partido ganado a los “naranjas”. Como las declaraciones de Pepe, capitán de Portugal, quien tras la eliminación a manos de Marruecos habló de un complot destinado a hacer campeón a Argentina. Provocó más risas que indignación.
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