BERLÍN, Alemania.- La detención de 25 integrantes y simpatizantes de un grupo de extrema derecha, ordenado por la fiscalía general de Alemania, puso al descubierto un plan para derrocar al gobierno y cambiar el carácter del Estado.
El grupo se inspira en teorías conspirativas del Estado profundo de QAnon y Reichsbuerger, que no reconocen legitimidad en la Alemania moderna. Insisten en que el “Deutsche Reich” sigue existiendo, a pesar de la derrota de los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
El complot preveía que un antiguo miembro de la familia real alemana, identificado como Heinrich XIII, fuera el líder de un futuro Estado, mientras que otro sospechoso, Ruediger v.P., era el jefe del brazo militar.
Según la fiscalía, las redadas fueron llevadas a cabo por más de 3.000 agentes de policía y fuerzas de seguridad en 11 estados federados alemanes.
Los sospechosos fueron detenidos en los estados alemanes de Baden-Wuerttemberg, Baviera, Berlín, Hesse, Baja Sajonia, Sajonia, Turingia, además de Austria e Italia.
Heinrich, que usa el título de príncipe y procede de la Casa Real de Reuss, que gobernó partes de Alemania oriental, se había puesto en contacto con representantes de Rusia, a quien el grupo considera una relación central para establecer su nuevo orden. No hay pruebas de que hubiera una respuesta positiva a la petición.
La embajada rusa en Alemania, citada por la agencia de noticias RIA, dijo que las instituciones diplomáticas y consulares rusas en Alemania no mantienen contacto con grupos terroristas y otros grupos ilegales.
Según ministra alemana del Interior, Nancy Faeser, se busca saber hasta qué punto habían avanzado los planes golpistas. “Las investigaciones permiten vislumbrar el abismo de una amenaza terrorista del entorno de Reichsbuerger”, dijo. Añadió que el Estado constitucional sabe cómo defenderse de “los enemigos de la democracia”.
Un soldado en activo y varios reservistas se encontraban también entre los investigados, según un portavoz del servicio de inteligencia militar. El soldado en activo es miembro de la fuerza de élite KSK de la Bundeswehr, bajo observación en los últimos años tras una serie de incidentes de extrema derecha.
Monárquico y violento
Los investigadores sospechan que miembros del grupo tenían planes concretos para asaltar la Cámara Baja del Bundestag, en Berlín, con un pequeño grupo armado, según la fiscalía.
En agosto de 2020, manifestantes asaltaron las escalinatas del edificio del Parlamento alemán, el Reichstag, algunos de ellos con banderas de extrema derecha, en una marcha contra los controles por el coronavirus.
La agencia de inteligencia nacional de Alemania estima que unas 21.000 personas pertenecen al movimiento Reichsbuerger (Ciudadanos del Reich), de las que alrededor del 5% se consideran de extrema derecha. Unos 2.100 de ellos están dispuestos a utilizar la violencia para alcanzar sus objetivos.
La Casa de Reuss se distanció con anterioridad de Heinrich, y lo calificó como un hombre confundido que sigue teorías conspirativas. En un discurso en 2019, en el que denunciaba las estructuras políticas modernas, Heinrich Reuss dijo que su dinastía familiar se remontaba al año 900 dC y que, en el antiguo principado de Reuss, la gente llevaba “vidas felices” porque las estructuras administrativas eran “directas y transparentes”.
Según su opinión, Alemania es un Estado servil desde la Segunda Guerra Mundial, gobernado por aliados occidentales.
Los sospechosos están acusados de preparar, desde finales de noviembre de 2021, al menos, acciones violentas que incluían asesinatos. (Reuters)