¿Entonces quién?

Los tiempos de ocio de los participantes del reality Gran Hermano (Telefé) son eternos y las charlas que se replican para el afuera de la casa “más famosa”, dejan un sinnúmero de situaciones para deconstruir. El fin de semana, en una conversación entre cuatro varones, entre mates y risas, uno de ellos aseguró: “yo tengo en el drive guardado (fotos de mujeres desnudas) y si se mandan algún ´moco´ hago así (silbidito) y saco la carpetita y empiezo a tukituki (a enviarlas)”, dijo.

“Guardar una nude (foto de una persona desnuda) ´por si se mandan un moco´ forma parte de la cultura de la violación tan naturalizada entre varones, principalmente. Eso que se observa en el diálogo de Gran Hermano es extorsionar, manipular y amenazar a aquellas mujeres con quienes tuvo una relación o intercambió con esas imágenes íntimas. Ni siquiera registran que hay algo que está mal en eso: ¿ningún varón lo frena y le dice ´che, eso es violencia´?, ¿son cómplices? Reenviar o guardar una nude ´por si se manda alguna´ es violencia de género, específicamente violencia cibernética y sexual”, subrayaron desde la cuenta de Instagram de @cuestionartearg –un sitio que plantea preguntas para la deconstrucción de todos-. El dato: el 85% de las mujeres han sufrido un abuso o mal uso de sus videos o imágenes en internet, según la Unidad de Investigación de la revista The Economist.

El comentario que le sigue siempre a estos diálogos es: “¿Y por qué envían esas fotos?”. La respuesta: “no se trata de no mandar más nudes porque es lo mismo decir que las mujeres no deberían usar polleras cortas para salir de noche porque las manosean o violan. Eso es poner el foco en la víctima y no en los victimarios, por ende, es la reproducción misma de la violencia machista. Si la violencia machista se cuestiona entre todos, si tu amigo dice esto frenálo, no seas cómplice”, insistieron en Cuestionarte.

Hace meses durante una de las separaciones entre Wanda Nara y Mauro Icardi, las panelistas del programa de chimentos Lam (El Trece) se la agarraron con la actriz Eugenia “La China” Suárez quien habría mandado fotos íntimas al jugador de futbol. Mientras leían en vivo una medida judicial que solicitaba que se abstengan de hablar sobre la actriz, la panelista Yanina Latorre se burló: “¿Tiene miedo de que mostremos las fotitos desnuda? La dignidad se la afecta sola”, dijo. El machismo nos atraviesa a todos.

“Ojalá fuéramos feministas sin que nos haya tenido que pasar algo malo”

Lo cierto es que esa frase repetida en Gran Hermano y que pasó casi desapercibida por los compañeros de la casa, se relaciona con los hechos: una de las violencias que aumentó en los últimos años es la violencia digital. En México, luego de una ardua lucha se logró la aprobación de la Ley Olimpia. En la Argentina, la Ley Olimpia y la Ley Belén están a la espera de ser tratadas en el Congreso desde agosto pasado. “La Ley Belén plantea la incorporación de la violencia digital al Código Penal, planteando multas y sanciones porque no está tipificada y se puede ejercer la violencia digital y puede tener consecuencias terribles sin que haya responsables para la justicia”, relató al diario Tiempo Mónica Macha, diputada del Frente de Todos. “A su vez, la Ley Olimpia plantea que la violencia digital se incorpore a la Ley 26.485 porque desde ahí vamos a poder generar instancias de prevención y contención y vamos a poder definir políticas públicas”, agregó la diputada.

Hace exactamente un año se aprobó en México la Ley Olimpia que surgió como consecuencia de la difusión de un video íntimo de la joven Olimpia Coral Melo quien se convirtió en militante a raíz de su propia experiencia personal y relató luego a LA GACETA: “ojalá fuéramos feministas sin que nos haya tenido que pasar algo malo”. Olimpia le dio a la Ley su nombre luego de que sus imágenes íntimas fueran difundidas sin su consentimiento en el Estado de Puebla, se encerró en su casa por ocho meses e intentó suicidarse en tres ocasiones. Cuando fue a hacer la denuncia por el calvario que vivía debido a que sus fotos íntimas circulaban por todos lados, se dio cuenta de que esa acción no era un delito porque no estaba contemplada en la Ley y comenzó un largo camino de siete años para poder reformar el Código Penal y La Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, para que se incluyera este hecho como un delito. Con el apoyo de su familia y más fortalecida, decidió alzar su voz y militar para generar un cambio en la Ley penal de su país.

En noviembre el ministerio de Igualdad de España que tiene a Irene Montero a la cabeza lanzó la campaña: “¿Entonces quién?”. En los videos de difusión muestras diferentes situaciones en donde los varones sobrepasan sus límites con las mujeres, ejerciendo un sinnúmero de violencias: -“Un amigo toma jugos en los boliches toda la noche y, al final, busca a la mujer que esté más borracha para llevarla a su casa”, dice un joven hasta que otro le advierte: -“Colega, acabas de decir que tu amigo es un agresor”, y el rostro del muchacho se desfigura al caer en cuenta en que es verdad aunque a veces esta actitud se disfrace de “trucos” para el “levante”. En cada escena, los varones finalizan mirando a la cámara y preguntándose: -“Quién, ¿yo?”. Al finalizar el spot que dura solamente un minuto y puede encontrarse con el hashtag #EntoncesQuien explican: “Una de cada dos mujeres ha sufrido violencia machista. Si ni tú ni yo hemos ido, ¿entonces quién? Si no vas a hacer nada para pararlo, ¿entonces quién?”.

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