El consumo anual per capita de legumbres en el país es de 250 g

“El poroto es un alimento muy apreciado en la dieta de países desarrollados, pero mucho más en la de aquellos que están en vías de desarrollo. Pero en otros, el desconocimiento de sus bondades, a raíz de la falta de difusión, hace que su consumo sea muy bajo”, explicó Oscar Vizgarra.

Añadió que el cultivo constituye una de las principales fuentes de proteínas en numerosas poblaciones del mundo. Principalmente en regiones donde la disponibilidad de proteínas de origen animal o el acceso a estas es escaso o muy limitado. A modo de ejemplo, citó el sudeste asiático.

Según la información que se maneja desde diferentes organismos, entre ellos la actual Secretaría de Agricultura de la Nación, nuestro país es un importante productor de legumbres, pero registra uno de los niveles de consumo más bajos del mundo -en torno a los 250 gramos anuales por habitante-. Del volumen consignado, aproximadamente un 50% corresponde a lentejas; un 22%, a porotos; alrededor de un 18%, a arvejas, y un 10%, a garbanzos.

De porotos se consumen al año unas 1.200 toneladas. La variedad alubia goza de la preferencia en la gastronomía del norte argentino y, en menor medida, en las zonas centro y sur del país.

El consumo argentino es insignificante, si se lo compara con el de países como Paraguay (24,3 kilos anuales por habitante), Brasil (20,1), México (12,6) y Uruguay (2,3). El promedio de consumo per capita en América latina llega a los 13,3 kilos anuales por habitante.

En lo que respecta a exportaciones, las legumbres representan apenas un 5% del total vendido fuera del país por parte de la Argentina durante los últimos años; mientras que los 10 principales alimentos y bebidas rondan el 75%.

El 95% de la producción de legumbres tiene como destino el mercado internacional. Sus principales compradores son los mercados de España, de Turquía, de Italia y ed Portugal, que demandaban aproximadamente un 60% del total. Actualmente eso cambió, ya que las compras de Brasil, Argelia y Paquistán aumentaron y aparecen otros países asiáticos que amplían el escenario y las posibilidades comerciales.

Finalmente, resulta importante destacar que el sector privado como todas las organizaciones gubernamentales deben trabajar de manera mancomunada para lograr incrementar su consumo, mediante la realización de campañas de fomento, que den a conocer las bondades alimenticias de las legumbres que se producen en el país y de la cual la mayoría se exporta a otros países del mundo que tienen una cultura de consumo incorporada a sus costumbres alimenticias.