Las tiranteces institucionales y políticas entre la Casa de Gobierno y la Municipalidad de San Miguel de Tucumán se encuentran al rojo vivo. Distintas decisiones judiciales relacionadas a las obras planificadas o ejecutadas por la Intendencia agravaron una relación que nunca estuvo cerca de ser cordial, pero que hasta la semana pasada se mantenían en una tensa calma.
Cinco concejales alfaristas se subieron al ring de la pelea entre el intendente Germán Alfaro (PJS-JxC) y el gobernador interino Osvaldo Jaldo (FdT). Emitieron un duro comunicado contra el vicegobernador a cargo del Poder Ejecutivo (PE), a quien acusaron de estar detrás de las decisiones judiciales vinculadas al municipio.
“El sistema republicano se cae a pedazos a raíz de la temeraria y caligulesca actitud de este gobernador con sillón prestado que manda a sus sicarios judiciales a fallar en contra de cualquier obra o gestión que marque el progreso de San Miguel de Tucumán. Mientras en la Medellín de los 80 Pablo Escobar mandaba a callar con balas a sus opositores, en el Tucumán actual Jaldo pretende callar a su principal opositor con presentaciones judiciales”, sostuvieron los ediles Agustín Romano Norri, Rodolfo Ávila, Sandra Miranda, Daniel Alfaro y Cristian Petersen.
El viernes pasado, la organización Fodecus planteó un amparo y requirió que se anule la licitación y adjudicación de la obra y la explotación del Mercado del Norte. El expediente recayó en la Sala II de la Cámara en lo Contencioso Administrativo, y quedó a cargo de los vocales Felicitas Masaguer y Sergio Gandur. Si bien todavía el tribunal no se pronunció, en el municipio pusieron la lupa sobre las partes que intervienen en el proceso; en especial, sobre la organización que preside José García y sobre la jueza Masaguer, a quienes vincularon con el oficialismo.
“No es la primera vez que la jueza subrogante Felicitas Masaguer, indiscutida militante peronista, falla por orden de Jaldo para intentar frenar proyectos y obras que son en beneficio directo para los vecinos de la ciudad. Ya lo hizo con el estacionamiento pago, con proyecto de embellecer el Mercado del Norte y ahora con un bar del parque Avellaneda. Una vez más el sicariato judicial de este gobernador consorte se pone en marcha para destruir la democracia, la división de poderes y el sistema republicano”, arremetieron los ediles.
“Cada día que pasa, el gobernador tambero y acopiador de fondos públicos se parece más al dictador Calígula que a un estadista democrático. Solo le falta que nombre ministro a algún caballo de su estancia tranqueña”, embistieron los concejales alfaristas.
Ayer Alfaro expresó su rechazo público a la judicialización de la licitación del Mercado del Norte. “El Gobierno provincial no deja que los tucumanos vivamos mejor”, afirmó. Además, consideró “llamativo” que “quieran parar una inversión como el Mercado del Norte, después de que la comisión de Patrimonio Histórico se haya reunido con el arquitecto a cargo de la obra y la hayan aceptado”.