Por Carlos Leonardo Oardi
22 Noviembre 2022
FOTO LA GACETA/OSVALDO RIPOLL
En la casa de Azucena, la abuela de Exequiel Palacios, el único tucumano en la Selección, pasó de todo. Hubo una mini reunión para esperar si el más famoso de todos los integrantes de la familia podía sumar su debut mundialista. El gol de Lionel Messi levantó los ánimos, pero en cuestión de minutos, como ocurrió en cada rincón del país, los ánimos cayeron a la altura del zócalo con los goles de Arabia Saudita. El final también fue repetido: la matriarca de la casa, como lo hizo durante todo el encuentro, rezó deseando por la suerte de la “Scaloneta”.
Palacios es famaillense de casualidad. Nació el 5 de octubre de 1998 cuando sus padres, nacidos en esta ciudad, decidieron venir de paseo porque ellos, como muchos jóvenes del lugar, decidieron emigrar en busca de trabajo. En esa visita nació Exequiel, pero se fue al poco tiempo. Se formó en River y luego pasó a Alemania. Nunca se olvidó de sus orígenes. Hasta antes de la pandemia, siempre viajaba a Tucumán para disfrutar de los mimos de sus seres queridos.
“Pala” no está solo en Qatar. Su papá Luis, su mamá Mariela, su hermano Agustín, su primo Ángel y su esposa Jessica están siguiendo de cerca la Copa del Mundo y estuvieron en el estadio Lusail, de Doha, donde Argentina tuvo su estreno.
FOTO LA GACETA/OSVALDO RIPOLL
“Verlo a Exequiel con la camiseta de Argentina en un Mundial es algo único, muy difícil de describir. Me hubiese gustado que juegue, pero igual fue algo soñado que esté en ese campo de juego. Son muy pocos los futbolistas que tienen esa posibilidad”, dijo Azucena Palacios de González, que fue la anfitriona en la casa ubicada en el barrio Padilla, a la vera de la ruta 301. Allí se juntaron todos los familiares del volante del Bayer Leverkusen.
La mujer de 78 años se encargó de armar todo para recibir a sus hijos, nietos y bisnietos, con el objetivo de alentar al equipo de Lionel Scaloni. Se puso delante de la mesa, enfrente del televisor, con el mate en la mano y rezando casi todo el partido. “Dios quiera que el sábado podamos ganar. Voy a rezarle a la Virgen Desatanudos y a la Medalla Milagrosa”, dijo Azucena, que no pudo ocultar sus nervios en el debut “albiceleste”.
Carlos, Mauricio, Hernán, Nicolás y Camila, los tíos de Exequiel, siguieron atentos el encuentro y al final se fueron con un sabor amargo. “Fue un partido extraño. La verdad es que nunca me imaginé que podíamos sufrir una derrota. Nos emocionamos mucho en el primer tiempo, luego del gol de Messi y de las innumerables chances que tuvimos para ampliar la diferencia en el marcador. Al final quedamos con mucha pena por la derrota, más allá que no haya entrado mi sobrino. Ahora esperamos que llegué rápido el sábado y para poder ganarle a México. Todavía hay posibilidades y no hay que perder la esperanza”, dijo el tío Mauricio Maldonado. “Ojalá que Exequiel pueda venir a Famaillá para las fiestas. Le pedimos a Dios y a San Expedito que vuelva de Qatar con el regalo que todos queremos y que es la Copa del Mundo”, agregó,
FOTO LA GACETA/OSVALDO RIPOLL
Carlos observó todo el partido de pie. Estaba nervioso, a pesar de que en la previa tenía mucha confianza en los “albicelestes”. “Sigo confiando en esta Selección. Recuerdo que en el Mundial de Italia 1990 arrancamos así y luego llegamos a la final. Nadie esperaba este resultado. En el primer tiempo nos anularon tres goles, que hubiesen cambiado por completo la historia. Se que vamos a remontar este traspié. En muchos Mundiales nos costó el primer partido. No hay que olvidarse que en Rusia 2018 igualamos 0 a 0 con Islandia. Vamos a salir adelante. Y también espero que mi sobrino juegue algún partido”, señaló.
Palacios es un orgullo para la ciudad de Famaillá. Y el que lo deja bien en claro es José Orellana. “Para nosotros fue una gran alegría la convocatoria de Exequiel al Mundial. Es uno de los nuestros y quiere mucho a sus raíces, como su padre, que ama la Ciudad de la Empanada. Para la gente de Famaillá es un gran orgullo”, comentó el intendente famaillense.
El “Mellizo” analizó el partido y el mal comienzo en la Copa del Mundo. “Empezamos con el pie izquierdo. Creo que en todos los órdenes estuvimos embebidos en emociones excedidas. Nos hemos confiado. Nos sentíamos ganadores antes de jugar el partido. Nos pusimos a contar los chanchitos antes que la chancha comience a parir. Y eso es entrar en el terreno de la falta de humildad. Creo que este golpe nos baja a la realidad. De los golpes se aprende y se corrige. No es el primer Mundial que nos pasa lo mismo. Lo importante es que hay tiempo para revertir esta situación y para encontrar los resultados que esperamos. Todos queremos que Argentina gané. Luego de la derrota, los ánimos están por el suelo. Ahora hay que pensar en ganarle a México el sábado y seguir en carrera. Tenemos mucha expectativa de que Argentina pueda salir campeón. Hoy estamos heridos en las emociones, pero lo bueno es que se puede cambiar”, expresó.
En Famaillá ya hay una estatua de Diego Armando Maradona. Orellana contó que después del Mundial podrían hacer una de Lionel Messi y de Exequiel Palacios. “Nosotros nos sentimos orgullosos de la escultura que le hicimos a Diego Maradona. Está muy bonita, porque fue un acierto hacerla con la ‘Mano de Dios’. Y vamos a hacer una escultura de Messi, pero por cábala será una vez que salgamos campeones del Mundo. Está todo supeditado a que demos la vuelta olímpica. Más allá de que hace varios años que Messi merece una escultura en Famaillá, es una promesa hacerla después de ganar el título Mundial. Tenemos los mejores escultores del país y también proyectamos hacerle una a Exequiel Palacios, que es nuestro y ama a Famaillá”, concluyó el “Mellizo”.
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