22 Noviembre 2022
Julián Álvarez disputa una pelota. TWITTER, SELECCIÓN ARGENTINA.
Por Marcelo Rubino-técnico de Almirante Brown
Fue una derrota inesperada y dolorosa para el planeta fútbol. Los mundiales son torneos en donde el margen de error se reduce a cero. Argentina siempre tuvo estos errores, nunca lo pudo corregir y Arabia se dio cuenta que, si lo atacaba por afuera, con hombres rápidos, lo podía lastimar.
En el primer tiempo el dominio fue amplio para el lado de Argentina, pero no tuvo la claridad para contrarrestar el planteo del achique del equipo saudí y por eso quedaron siempre en offside. Abusaron del pelotazo y no buscaron triangular para llegar con pelota dominada, por la forma de jugar del rival se debía abrir la cancha.
El planteo del DT rival fue inteligente, le salió redondo. Los asiáticos tuvieron dos jugadores claves: Salem Al Dawsari y Saleh Al Shehri fueron claves. Atrás hubo muchas distracciones y eso nos complicó. El equipo fue previsible, se repitió en las jugadas y nunca buscó alternativas, no hubo sorpresas.
Enzo Fernández cuando ingresó agarró la batuta e intentó jugar. El segundo tiempo en general fue decepcionante, creo en el plantel como hincha, quiero ser campeón del mundo y ahora debo analizar lo que se vio, aunque la gente se enoje.
Falló (Cristian) “Cuti” Romero, se lo hizo jugar sin estar al cien por cien, eso que se habló mucho en la previa, se lo vio disminuido físicamente.
Para mí el partido de Rodrigo De Paul fue decepcionante, no está pasando un buen nivel. Nos equivocamos en poblar tanto el ataque. Ellos tenían mucha gente atrás y nosotros pusimos más, entonces desaparecieron los espacios.
Lionel Messi no apareció en su esplendor, ojalá lo haga el sábado. Dependemos mucho de él, Lautaro estuvo estático. Parecía que el gol tempranero iba a facilitar las cosas, pero ellos tenían en claro cómo jugar, a pesar de ir abajo en el marcador no cayeron en lo anímico y eso a la postre significó que dieran vuelta el marcador.
Considero que el equipo debe tomar consciencia de lo que pasó, asumir los errores, la derrota y pensar en que el partido que viene no debe desesperarse. Tenemos inconvenientes en el retroceso hay que estar más comprometidos en la marca.
Cuando los rivales hacen diagonales nos generan un dolor de cabeza por los desfasajes que se producen, por los malos cierres de Nahuel Molina (su mejor virtud es en el ataque, pero defiende mal) y Nicolás Tagliafico pone ganas y se entrega por completo, pero no me convence.
Hay que seguir adelante, la noche de hoy (por ayer) será larga, pero mañana ya deben estar más tranquilos, pensando en que se perdió un partido y el largo invicto, pero ya pasó. Hay que buscar la clasificación con temple y fe, con los pantalones bien puestos. Estamos para pelear el título, tiene que aparecer el equipo.
El estado de ánimo nos marca como individuos y futbolistas, el equipo tiene que revertir mentalmente este mal debut y, por supuesto, buscar variantes. Éste es el torneo en el que tiene que aparecer el equipo, quizás llegamos un tanto confiados. Ojalá Scaloni puedan tomar las mejores decisiones afuera así como los jugadores dentro.
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