El secretario de Gobierno de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, el alfarista Rodolfo Ocaranza, efectuó duras críticas contra el Poder Judicial de Tucumán, y vinculó las decisiones que se toman en los tribunales provinciales a los intereses del gobierno.
"Resulta sorprendente y sumamente preocupante la gradual degradación de la Justicia de Tucumán. Pareciera que, en pleno siglo XXI y a contramano de la historia, la carrera judicial en nuestra provincia arranca en la Casa de Gobierno", ironizó el funcionario de Germán Alfaro.
Ocaranza sostuvo que, "ya sea que fueran ex fiscales de Estado, abogados de cuerpo o asesores jurídicos del Ministerio de Gobierno, (son ellos) los únicos que reúnen las condiciones requeridas para obtener acuerdo y pasar a integrar un poder que cada día se aleja mas de la demanda social y lamentablemente gana en desprestigio".
El secretario de Gobierno municipal afirmó que estos funcionarios judiciales "son puestos por un dedo misterioso a subrogar causas de importancia" y que, "luego de su actuación, son promovidos a ocupar las numerosas vacantes que el Gobierno provincial se ha ocupado en no cubrir".
Y agregó: "cuando no pertenecen a algunas familias o apellidos que día a día ganan y ocupan espacios relevantes, donde ya se tornó un hábito malsano de las instituciones ser juez y parte, cuando de la defensa de los intereses de la gente o del resguardo de las instituciones se refiere".
"Cada nuevo salto y avance en esa cooptación de un poder que debe ser independiente del poder político no hace más que sembrar atraso en Tucumán, donde la seguridad jurídica imprescindible para generar confianza en los inversores se deteriora día a día, y sólo los amigos del poder se encuentran a resguardo de funcionarios que le garantizan de modo poco transparente las condiciones que otros inversores que no cuentan con el calor oficial", profundizó Ocaranza.
Agregó que "esto genera asimetrías" y "ven amenazados sus esfuerzos y las inversiones que vienen a generar en nuestra provincia; oportunidades reales de generación de empleo y negocios que dinamizan la actividad económica".
Según Ocaranza, en la actualidad "pareciera que se enfrentan dos modelos: el del atraso y la decadencia de un Tucumán en picada versus la modernidad y el orden a que aspiramos todos quienes queremos una provincia pujante".
"De este modo, sin inversiones reales, qué oportunidades pueden tener nuestros hijos y jóvenes que, día a día, emigran no solo a otros países, sino también a provincias vecinas que han venido paulatinamente desplazando a Tucumán de su rol central en el NOA", afirmó.