Se justifica el banderazo: Messi está en carrera

La convocatoria vuela por las redes sociales en Doha. El lunes se reedita un clásico de los Mundiales: la concentración de los hinchas con un súper banderazo para apoyar a la Selección. Algo se había visto en Alemania 2006 y en Sudáfrica 2010, pero la explosión fue absoluta en las épicas jornadas de Brasil 2014 y se continuó hace cuatro años en Rusia, cuando la Plaza Roja fue más bien celeste y blanca. En la previa del debut, muchos de los 35.000 argentinos presentes en Qatar están listos para celebrar. Y atesoran un motivo extra, porque Lionel Messi está listo para jugar.

Fue la noticia excluyente de la práctica dominguera. Desde el búnker de la Universidad de Qatar emanaron las noticias positivas sobre la condición física de Messi, ya que se movió con normalidad junto a sus compañeros. Fue un entrenamiento cerrado a la prensa, ideal para que Lionel Scaloni y su cuerpo técnico delinearan las últimas pinceladas tácticas. Sin tantos misterios, teniendo en cuenta el sello definido de la Selección y la condición de un rival como Arabia Saudita, merecedor de respeto pero no de tantas precauciones. La sensación es que si el DT tiene ases bajo la manga, los reservará para los próximos partidos.

Tampoco hay dudas respecto de los 11 que saldrán a la cancha del estadio Lusail. Nahuel Molina y Marcos Acuña parecen tener ganada la pulseada por los laterales y Carlos Mac Allister sigue siendo el elegido para reemplazar a Giovani Lo Celso. Pero la inquietud en este caso se reitera: ¿realmente Alejandro “Papu” Gómez está destinado al banco el martes? Hasta aquí, la formación incluye a Emiliano “Dibu” Martínez; Molina, Cristian “Cuti” Romero, Nicolás Otamendi y Acuña; Leandro Paredes, Rodrigo De Paul, Alexis Mac Allister; Messi, Ángel Di María y Lautaro Martínez.

Como es habitual, en la práctica del lunes se bajará la exigencia y hasta se contemplarán los clásicos 15 minutos abiertos a las cámaras y los micrófonos. Además, Scaloni cumplirá el protocolo y asistirá a su primera conferencia de prensa mundialista oficial, acompañado por un jugador a designar. Tampoco faltará el ritual del asado, una marca registrada del plantel.

Es tiempo también de pensar ese partido tan importante que aguarda a la Selección. El primero, decisivo cualquiera sea el rival. Ecuador lo pasó ayer sin sobresaltos, Argentina necesita un resultado similar para iniciar derecha la lucha con mexicanos y polacos por la supremacía en el Grupo C. ¿Será un vendaval que saldrá a arrollar a los árabes o preferirá manejar los tiempos? El mal recuerdo ruso, aquel empate con Islandia, sirve en verdad como lección. Lo de Qatar fue horrible en el debut, ¿cómo estarán los árabes en la comparación? Muchas referencias, muchas conjeturas, lo típico en estas instancias.

De algo puede estar convencido el plantel argentino: el apoyo y el entusiasmo son incondicionales. Por eso el banderazo convocado en la zona de Corniche, donde se erige el magnético Fan Fest. Por eso la promesa de un estadio colmado de celeste y blanco, deseoso de cantar: “¡somos locales otra vez!” Aguante no falta, ahora se espera el fútbol.