Cómo cuidar a los niños del “grooming”

Cómo cuidar a los niños del “grooming”

17 Noviembre 2022

El grooming y su impacto ha sido el asunto en estos días, porque se ha instaurado el 13 de noviembre como la fecha en la que se recuerda que en 2013 se sancionó la Ley 26.904, que incorporó la figura de “grooming” dentro del Código Penal argentino. Ese avance ha permitido atacar este delito y penalizarlo, conformar equipos de trabajos especializados, ingresar en la virtualidad para descubrir un mundo “real” donde los hijos están indefensos ante el ataque de pedófilos y cazadores.

El uso de la tecnología debería interpelarnos y enfrentarnos a la necesidad de actualizarnos casi de manera permanente. Para los más chicos, es algo de todos los días. Se mueven en ese mundo como peces en el agua. Conocen, acceden e interactúan diariamente con amigos (y desconocidos) mediante nuevas plataformas de juegos o redes sociales. Pero también lo hacen los delincuentes, que buscan la manera para inmiscuirse en los teléfonos (y vidas) de los niños. Hace poco padres denunciaron situaciones de “grooming” en torno a sitios donde los chicos podían descargar álbumes y figuritas del Mundial Qatar 2022. Las redes se llenaron de formatos no oficiales donde los delincuentes encontraron un espacio para esconderse y actuar.

El presidente de la ONG Grooming Argentina contó que Tucumán es la cuarta provincia en la que los chicos asumen que mantienen conversaciones con desconocidos en las redes sociales. Eso representa casi un 60 %. Por encima están Santiago del Estero, Jujuy y Neuquén (ocupa el primer puesto). Según ese mismo informe, el 25 % de los chicos (en Argentina), han recibido alguna vez el pedido de fotos desnudos. “De la totalidad de las solicitudes recibidas, el 70% fueron solicitadas por parte de personas desconocidas. En el 30% de los casos, el ‘groomer’ se encuentra vinculado con la víctima”, explicó.

Pero en concreto este delito no es considerado por los niños y tampoco por sus padres. De hecho, ante la consulta, los jóvenes responden y reconocen que el único miedo que tienen es el “hackeo” de sus cuentas personales en redes sociales y/o juegos online. Sólo el 25,6% restante son aquellos que toman conciencia y temen convertirse en víctimas de “grooming” y/o que les hable alguna persona desconocida. De hecho, una de las principales dificultades de este delito es que las víctimas se asuman como tales. La destreza de los atacantes está en convertirlos en “participantes” de un juego o conversación.

Por eso es importante entender que la denuncia siempre será la única manera de advertir este tipo de delitos y cortar con ellos. Sería importante que los padres y comunidades educativas hablen de esto con los chicos.

Y en caso de que un menor denuncie que está siendo víctima de “grooming”, los especialistas recomiendan hablar con ellos, acompañarlos en el proceso sin culparlos ni cuestionar la situación. Tampoco hay que eliminar contenido de la computadora o el teléfono celular ni denunciar al perfil acosador en la red social o plataforma web. Hay líneas oficiales y canales para hacerlo (línea 134).

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