El presidente de la Nación, Alberto Fernández, habló este miércoles de su estado de salud tras haber sufrido un cuadro de gastritis erosiva con sangrado durante su participación en la cumbre del G-20 y reconoció que los médicos le pidieron que "pare un poco".
"Me asusté yo. Les agradezco la preocupación que tuvieron. Fue un mal momento. Tuve un problema estomacal que arrastro de hace muchos años, pero nunca se había manifestado en esa forma, de que el estómago sangre", afirmó Fernández, en diálogo con Radio 10.
El jefe de Estado sostuvo que eso le hizo "bajar la presión muchísimo" y que lo obligó a realizarse un estudio en el estómago allá en Bali para verificar si el sangrado había parado. "Fue un mal momento que además me restringe la agenda que tenía, porque el estrés y los nervios tienen mucho que ver y los médicos me pidieron que por favor pare un poco, entonces acoté todo lo que pude", sostuvo.
"Ya en mi vuelta haremos estudios más cuidadosos, pero la recuperación rápida es un dato tranquilizador, que lo pudimos hacer ver rápidamente", agregó.
El llamado de CFK
En otro tramo del reportaje, Fernández se refirió a la conversación que mantuvo con la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. "Ayer me llamó Cristina por la salud, cosa que agradezco y valoro mucho", indicó.