Mariana Juárez
Psicóloga, sexóloga y terapeuta de pareja
¿Qué pasa con el deseo sexual durante el Mundial? ¿Cómo se desarrollará una Copa del Mundo en un país tan conservador? ¿Tendrá impacto en los jugadores y en los hinchas que asistan? ¿Tiene que ver el fútbol con el sexo? Son algunas de las preguntas que surgen. Este deporte es una pasión y no podemos negar que, aunque las mujeres se interesen cada vez más, sigue siendo una actividad mayoritariamente seguido por los hombres y que ocupa un lugar privilegiado en sus vidas. Entonces, es de esperar que puedan ocurrir cambios.
El deseo sexual de los aficionados está ligado a los resultados de los partidos y, por supuesto, tiene impacto a nivel pareja. Esto es así porque “somos seres emocionales que razonamos” a decir de la neurociencia. A su vez el solo hecho de competir genera ansiedad, estrés, nervios, y todo afecta directamente en el aumento o disminución del deseo sexual, por lo tanto, también en la concreción o evitación de encuentros sexuales.
Entonces: ¿qué hacer? Lo ideal sería encontrar un equilibrio para sentirnos bien. Entender que es un momento donde la energía y la libido están depositadas en una pasión y no “enojarnos” o crear situaciones conflictivas donde no las hay. Hablar con nuestra pareja, generar acuerdos previos, hacerlo consciente para que el Mundial sea vivido y compartido. Trabajar en nuestras emociones significa que, más allá de los resultados, no debemos descuidar nuestra vida sexual activa, animarnos a jugar con nuestra pareja y disfrutar premios o consuelos según los resultados ayudando con nuestros pensamientos y fantasías sexuales.
En este Mundial, el debate con el sexo, tiene algo particular: no podemos apartarnos de la “prohibición” impuesta en Qatar que genera muchas fantasías. Sabemos que desde la historia de Adán y Eva en el paraíso, “la prohibición” ha resultado siempre ser un atractivo y termina generando diferentes reacciones contrarias a lo que ella pretende. Por lo que es de esperar que la respuesta a esto sea de rechazo. Sin embargo, a nivel comportamiento, las respuestas dependen de cada uno: habrá quienes acatan la norma por respeto a la cultura y quienes la transgredan, como lo harían ante cualquier regla o norma. Quizás con la diferencia que muchas veces la trasgresión no es castigada y en este caso la penalización opera a otros órdenes de legalidad, lo que podría marcar la diferencia.
No comparto la prohibición de expresar los sentimientos y emociones en ningún orden. Pero apuesto a que los que asistirán, teniendo esta información previa, irán con su mente preparada sólo para el fútbol.
En el caso de los jugadores, numerosos estudios científicos muestran los beneficios de tener sexo porque se libera la oxitocina que actúa sobre los sistemas del cerebro relacionados con el refuerzo positivo, el placer, el afecto y la confianza, siempre y cuando sea con el tiempo de recuperación física. Cada jugador sabe si los encuentros sexuales previos actúan como motivadores o distractores y, desde allí, sabrán elegir lo que les conviene. La forma de vivir el sexo depende de cada uno. Animémonos a salir de lo esperado y a aprovechar este encuentro deportivo como un estímulo.