El presidente Alberto Fernández contó que su problema de salud que tuvo este martes se generó por "una descompensación producto de una gastritis erosiva, que generó un sangrado que generó una baja de la presión importante".
Fernández dijo en conferencia de prensa en Bali, donde participa de la 17° Cumbre de Líderes del G20, que, "para verificar exactamente el nivel de sangrado, nos trasladamos a un hospital de Bali al solo efecto de hacer una endoscopía".
El mandatario estuvo cerca de seis horas en el hospital de la ciudad luego de sentirse mal minutos antes de dar su discurso en la primera sesión de líderes de la cumbre del G20.
"Cuando terminamos eso, hicimos un ratito de tiempo para la reunión con (el presidente de la República Popular China) Xi Jinping, donde definitivamente quería estar", señaló el mandatario.
"Les agradezco a todos por la preocupación; estoy bien, estoy trabajando bien", concluyó.
Debido a ese malestar, el mandatario no asistió a las dos sesiones plenarias del G20, sobre Seguridad alimentaria y energética; y sobre Salud; y fue el canciller Santiago Cafiero quien leyó ambos discursos.
Este miércoles el mandatario seguirá descansando y trabajará con una agenda reducida que solo incluirá la reunión bilateral con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, y un acto en homenaje a Juan Domingo Perón con el presidente de España, Pedro Sánchez. A la reunión con el príncipe de Arabia Saudita, Salmán bin Abdulaziz, en tanto, irán el ministro de Economía, Sergio Massa, y Cafiero.