El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) señaló de que las devastadoras inundaciones registradas este año han afectado a al menos 27,7 millones de niños y niñas en 27 países de todo el mundo. La gran mayoría de esos afectados por las inundaciones en 2022 se encuentran entre los más vulnerables y están expuestos a múltiples amenazas, entre ellas, muerte por ahogamiento, brotes de enfermedades, falta de agua potable, malnutrición, interrupciones en la educación y violencia. “Este año estamos asistiendo a inundaciones sin precedentes en todo el mundo y, con ello, a una explosión de las amenazas para los niños y las niñas”, afirma Paloma Escudero, jefa de la delegación de Unicef en la conferencia del clima en Egipto. “En muchos lugares, se trata de las peores inundaciones que se hayan visto en una generación, y los niños y las niñas ya lo están sufriendo a un nivel que sus progenitores nunca han llegado a conocer”.
Para la infancia, las consecuencias de las inundaciones suelen ser más letales que los fenómenos meteorológicos que las provocaron. En 2022, las inundaciones han contribuido a un aumento de como la malnutrición, el paludismo, el cólera y la diarrea:
En Pakistán, más de uno de cada nueve niños menores de 5 años ingresados en centros de salud de las zonas afectadas por las inundaciones de Sindh y Balochistán sufrían desnutrición aguda grave. En Chad, las inundaciones han destruido 465.030 hectáreas de tierras de cultivo, lo que ha empeorado la grave situación de inseguridad alimentaria del país. En Malawi, las lluvias torrenciales y las inundaciones provocadas por la tormenta tropical Ana en enero de 2022 causaron graves daños en los sistemas de agua y saneamiento, creando las condiciones perfectas para un brote de cólera, según publicó Unicef en su página web.