14 Noviembre 2022
El Arzobispado de Tucumán confirmó que avanzarán con la demolición de una parte del edificio conocido como “El Buen Pastor”, propiedad que debió cerrarse en 2002 a causa de un derrumbe y que desde entonces ha significado un peligro para los vecinos y transeúntes.
“Después de numerosas gestiones realizadas por el Arzobispado, la Justicia permitió demoler la primera planta, que es sólo una porción del inmueble”, detalla el comunicado compartido por la Institución.
“La demolición parcial persigue el único interés de proteger la vida de los cientos de ciudadanos que transitan a diario por sus inmediaciones”, indica.
Además, el documento firmado por el presbítero Pablo Dip advierte que el edificio ubicado entre las calles Mendoza y Salta “continúa bajo riesgo de sufrir derrumbes”, y que esta situación supone “un gran peligro”.
En comunicación con LA GACETA, agregó: “todavía estamos viendo qué vamos a hacer con ese espacio porque, antes que todo, nos afligía profundamente el riesgo que hay”.
La institución fue creada en 1889 para albergar mujeres con problemas de conducta individuales, familiares y sociales. Luego pasó a ser cárcel femenina y en 1979 retomó su función original: contener y orientar chicas de entre 12 y 18 años que atravesaban abandono familiar, violencia y otras situaciones conflictivas.
El 31 de diciembre de 2001 se desplomó el techo de una habitación de más de 100 metros cuadrados ubicada en el primer piso del edificio y en 2002 cerró oficialmente El Buen Pastor.
Desde entonces, ha habido distintos debates en torno al futuro del espacio, que forma parte del Patrimonio de Interés Cultural de la provincia. Es por eso que, luego de un profundo estudio del lugar, se resolvió demoler el primer piso.
“La comisión de Patrimonio realizó un estudio histórico que definió cuál era el verdadero edificio; era el que tenía un solo piso. Tras esa primera instalación, por necesidades que tenían para alojar a las internas, se hizo un segundo espacio”, explicó a LA GACETA Mercedes Aguirre, directora de Patrimonio del Ente Cultural.
“Es ese agregado el que, por la gravedad que supone, se va a demoler”, añadió. Además, remarcó el valor patrimonial que tiene El Buen Pastor y la necesidad de que “quede esa huella y no se pierda”.
El templo no será sometido a ningún tipo de modificación y el resto de la demolición comenzará pronto. “Se están haciendo las actividades preparatorias y tomando los recaudos necesarios para hacerlo de la manera más responsable posible”, dijo Dip.
En cuanto al futuro de la edificación, aclaró que es incierto. “Lo recuerdo como un lugar en pésimo estado. Anteriormente fue una cárcel de mujeres, quizás le buscaríamos otro camino; algo que sea beneficioso para todos nosotros como Iglesia”, analizó.
(Producción periodística de Bárbara Nieva)
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