“Un descubrimiento que reescribirá la historia”. Así definió el arqueólogo Jacopo Tabolli, responsable de la excavación, el excepcional hallazgo en Italia de 24 estatuas de bronce de la época romana y etrusca en perfecto estado de conservación, en unas antiguas termas en San Casciano dei Bagni, en la región de la Toscana.
Realizadas probablemente por artesanos locales, las estatuas, cinco de ellas de un metro de altura, están datadas entre el siglo I antes de Cristo y el II después de Cristo.
El santuario, con sus piscinas en ebullición, las terrazas en escalera, las fuentes y los altares existían ya en el siglo III antes de Cristo y permanecieron activas hasta el siglo V cuando, en época cristiana, fue cerrado pero no destruido. Las estatuas fueron sumergidas en las piscinas, que más tarde fueron selladas con pesadas piedras.
Gracias al barro y el agua caliente en el que se encontraban sumergidas, las figuras están intactas y conservan las inscripciones en latín y etrusco que permitirán a los expertos conocer cómo fue la transición entre la cultura etrusca y la romana en la Italia antigua, así como cuáles eran las poderosas familias que las dejaron en ese lugar considerado un santuario.
Nuove eccezionali statue in bronzo scoperte a San Casciano dei Bagni, il Ministro @g_sangiuliano: «Reperti che esprimono meglio di ogni parola lâunicum della cultura di una Nazione come lâItalia che gode di una stratificazione di epoche e di grandi civiltà ». #MiC #glideidelfango pic.twitter.com/oYIf7B8ynS
— Ministero della Cultura (@MiC_Italia) November 8, 2022
“Es el mayor depósito de estatuas de la Italia antigua y el único en el que tenemos la posibilidad de reconstruir por completo el contexto. Esta posibilidad de reescribir la relación y la dialéctica entre etruscos y romanos es una ocasión excepcional”, señaló Jacopo Tabolli, el joven docente de la Universidad para Extranjeros de Siena, que desde 2019 lidera el proyecto de excavación con la colaboración del Ministerio de Cultura.
Según el arqueólogo y responsable de la excavación, las estatuas, que representan a Hygieia, Apolo y otras divinidades grecorromanas, solían adornar un santuario antes de ser sumergidas en aguas termales, en una especie de ritual, “probablemente alrededor del siglo I después de Cristo”.
Algunas de las piezas son figuras enteras humanas o de dioses, mientras que otras representan partes del cuerpo y órganos que probablemente habían sido ofrecidos a los dioses para que intercedieran en la cura de algún problema de salud a través del agua termal.
Una de las primeras teorías hipotizadas por los estudiosos tras el sensacional hallazgo es que la lengua etrusca convivió con el latín de los antiguos romanos durante más tiempo de lo que se pensaba.
“Incluso en épocas históricas en las que afuera estallan los más tremendos conflictos, dentro de estas piscinas y sobre estos altares los dos mundos, el etrusco y el latin, parecen convivir sin problemas”, señaló Tabolli.
El investigador y especialista en arqueología itálica aseguró que era inusual que los objetos y estatuas de menor tamaño hallados junto a las 24 estatuas fueran hechos de bronce en lugar de terracota, lo que sugería que podían provenir de “un asentamiento de élite.