La Comisión de Emergencia Agropecuaria, junto con empresarios y delegados comunales evaluaron ayer los daños que se produjeron en los viñedos del Valle Calchaquí, como consecuencia de una helada extraordinaria registrada el 1 de noviembre pasado y que afectó los campos de las 18 bodegas tucumanas. Participó el gobernador interino, Osvaldo Jaldo, junto con el ministro de Desarrollo Productivo, Álvaro Simón Padrós, y en la oportunidad se analizaron las formas de asistencia al sector, y definieron trabajar en un informe final sobre los daños y gestionar en la Legislatura la declaración de la emergencia o desastre del sector vitivinícola.
“Por la magnitud de los daños producidos en los Valles y la importancia que tiene en la economía de la provincia, el gobernador decidió interiorizarse de la situación y tomar medidas para resarcir las pérdidas”, explicó el ministro.
En la reunión quedó también en claro que la evaluación de los daños se extenderá hacia otros sectores productivos. Según adelantó Simón Padrós, “la helada no hace distinción de los cultivos”. “También hay daños en plantaciones frutales, de nogales y algunas explotaciones hortícolas que también fueron afectadas. Apenas termine el relevamiento del sector vitivinícola se analizará en territorio a las otras producciones perjudicadas”, resaltó.
Por su parte, Silvia Gramajo, presidenta de la Cámara de Bodegas y Viñedos de Tucumán, mantuvo una reunión con el ministro de Desarrollo Productivo, tras lo que calificó como “desastre” la situación que atraviesa el sector. “Perdimos toda la producción que iba a ser la vendimia de este enero o marzo del año que viene, por lo tanto quedamos sin uvas para vinificar y otro año más sin vinos”.
“Agradecemos muchísimo al Gobierno de la provincia porque nos están acompañando. El gobernador Jaldo que decidió que, a través del Comité de Emergencias, se encare una ayuda para los productores, bodegas y emprendimientos vitivinícolas de la zona, porque están desahuciados”, sostuvo.
Simón Padrós celebró los anuncios de la Nación referidos a la ayuda por $ 1.500 millones de fondos no reintegrables y préstamos subsidiados para viñateros y productores en general, que hayan sido afectados por las heladas tardías.