La noche en que Rodríguez Larreta expuso su plan en Tucumán

Un proclama para convertir a Tucumán en el epicentro del debate latinoamericano; la esperanza de que la economía argentina mejorará paulatinamente si la política contiene y escucha más al sector privado; la plataforma de un precandidato presidencial que aún no lo quiere decir públicamente, pero que prepara toda su artillería para el año electoral que se avecina, y las recurrentes internas locales en Juntos por el Cambio, que se evidenció en las mesas instaladas anoche en el centro de convenciones de la Sociedad Rural de Tucumán y que se potenció en las redes sociales. Ese fue el corolario de la Cena Anual en la que la Fundación Federalismo y Libertad cerró el sábado las celebraciones por sus 10 años de existencia.

Luego de dos jornadas de exposiciones en las que se analizaron la realidad política, económica e institucional de los países de la región y de Argentina en particular, la entidad coronó el foro con el tradicional encuentro en el que, habitualmente, se invita a figuras de la política y de la economía. Esta vez le tocó al jefe de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta que, antes que se sirviera la cena, sorprendió a los presentes con cinco lineamientos que el próximo gobierno debería adoptara para encarrilar el rumbo de la Argentina.

Al iniciar su exposición, el alcalde porteño destacó el enorme potencial productivo de Tucumán, particularmente en alimentos que demanda un mundo en crisis. Pero, inmediatamente, se metió en el terreno político local, al señalar que en la provincia no hay alternancia institucional, porque el peronismo se eterniza en el poder. “Se acaba esa hegemonía”, lanzó. Expuso, además, que los distritos norteños son altamente dependientes de la Casa Rosada, ya que el 80% de los fondos que llegan a esas jurisdicciones son nacionales. “Eso las condiciona políticamente”, acotó. Automáticamente, Rodríguez Larreta se fue subiendo a la plataforma. Señaló que la Argentina “necesita un cambio profundo” que acabe con la estrategia del “vamos viendo” que adopta la gestión del presidente Alberto Fernández. Pero también remarcó que “es un error pensar solo en un plan para bajar la inflación; hay que trazar un programa integral, con cambios rápidos que se apliquen desde el primer día de la nueva gestión”. Según el jefe porteño, la discusión económica sobre si la Argentina debe montarse en un sistema de shock o de gradualismo se torna abstracta a partir de las urgencias. Y detalló los cinco capítulos de lo que sería un plan integral.

1- Estabilización. “No para los 100 primeros días de gestión, sino para las 100 primeras horas. No hay país serio en el mundo que crezca con una tasa de inflación al l7% mensual”. “La Argentina debe buscar el equilibrio fiscal, es decir, no gastar más de lo que tenemos”.

2- Trabajo. “En el país, desde hace años no se genera empleo privado. Es fundamental actualizar la legislación laboral para acabar, por ejemplo, con la industria del juicio. No hay que tenerle miedo a la desregulación. La mejor manera de recrear condiciones laborales es con más productividad es a través del sistema educativo. En ese aspecto hay que generar una verdadera revolución”.

3- Replanteo de los planes asistenciales. “Es necesario sacar de juego a los intermediarios. La asistencia social está privatizada a través de organizaciones que se encargan de repartir. Se requiere modificar el esquema en el que el modelo sea un sistema que tienda a generar más trabajo que ayuda social”.

4- Título de fundación. En este punto, Rodríguez Larreta llamó a dejar atrás la concepción de un país unitario. “Somos una Argentina unitaria, a pesar de que los gobernadores se llenen la boca de federalismo; son hipócritas; mendigan fondos a funcionarios nacionales que no conocen Tucumán.

5- Reinserción al mundo. “Somos un país cerrado”, arrancó el alcalde porteño, para luego mencionar el potencial productivo que, además de las materias primas, puede ofrecer la Argentina como el caso del litio o la energía, la economía del conocimiento y hasta el turismo de contraestación.

“Tenemos todo para salir adelante. La pregunta es por qué no se ha hecho esto en la Argentina si no es original lo que se propone. Lo original es que hagamos algo distinto. Hace 80 años que no hay continuidad institucional. Es necesario terminar con la grieta, con un armado político más amplio que no implica imperiosamente unanimidad”, expresó Rodríguez Larreta. Dijo que aspira a ser parte de lo que denominó “la Generación del 23” que, con convicción, proyectos y programas, pueda acabar con 80 años de frustración.

Tras su exposición, Rodríguez Larreta fue entrevistado por la periodista Silvia Mercado. En ese juego de preguntas y respuestas, reiteró que no criticará a nadie de su espacio; que, como lo vino haciendo durante toda la semana, tampoco revelará conversaciones personales que mantuvo, por ejemplo, con la presidenta del PRO, Patricia Bullrich (“ni aunque me torturen me van a hacer contestar eso”, afirmó). Pero, al finalizar, propuso una noticia buena y una mala. La mala es que, según transmitió, “día por medio se hablará de la tensiones dentro de Juntos por el Cambio y esto se observará por varios meses más”. “Esto, de ninguna manera, significa hacer una apología de la pelea”, aclaró. La buena, según su criterio, es que “no hay ninguna posibilidad de que nos rompamos”. “El desafío es administrar la diversidad. Vamos a llegar todos juntos”, potenció.

Si su candidatura presidencial se potencia, Rodríguez Larreta tendrá mucho trabajo en el distrito Tucumán, por lo que se viene observando en los últimos tiempos y por las caras de anoche de los precandidatos a gobernador que asistieron a la cena.