El Grupo Banco Mundial lanzó hoy un informe sobre Clima y Desarrollo donde sostiene que Argentina puede beneficiarse de la transición hacia un mundo bajo en carbono mediante la transformación de los sectores energéticos y agrícolas, y así crecer casi un 3% anual su Producto Bruto Interno (PBI) en ocho años.
El reporte, que publicó Ámbito, revela que la expansión de las inversiones en los sectores de agua, agricultura y energía son una prioridad para reducir la vulnerabilidad del país al cambio climático y potenciar el crecimiento económico.
"El PBI anual podría aumentar un 2,7% para 2030 si se realizan inversiones en infraestructura hídrica para evitar escenarios de escasez de agua y dificultades en el acceso", precisó el organismo internacional.
El informe también recomienda la implementación de técnicas para reducir la deforestación e impulsar la competitividad agrícola del país.
Sin embargo, advirtió que "si Argentina no toma acciones para reducir las emisiones del sector agropecuario, el 4% de sus exportaciones podría verse afectado por las regulaciones climáticas de otros países, lo que perjudicaría principalmente a los productores que no implementan prácticas sostenibles", expresó el texto.
"Incorporar la visión climática"
"Argentina está comprometida en aumentar sus compromisos climáticos y en liderar la transición hacia una economía baja en carbono. Al hacerlo, puede aumentar significativamente su crecimiento económico y el bienestar de su gente", afirmó Jordan Schwartz, director del Banco Mundial para la Argentina, Paraguay y Uruguay.
Schwartz agregó que "el Banco Mundial apoya los esfuerzos de Argentina por profundizar su conocimiento del impacto del riesgo climático, mejorar la resiliencia de los más vulnerables e identificar oportunidades para la descarbonización".
Asimismo, el informe analiza los impactos que la Argentina ya está sufriendo por el cambio climático, principalmente las pérdidas provocadas por sequías e inundaciones.
En este sentido, "para 2050 se podría perder hasta un 4% del PBI debido a sequías. Además, las inundaciones provocan pérdidas anuales de hasta U$S 1.400 millones en activos y de unos U$S 4.000 millones en pérdidas de bienestar", se estimó.
De esta forma, Julie Rozenberg, economista senior y co-autora del informe, consideró que "incorporar la visión climática en el diseño de políticas de desarrollo es urgente para poder minimizar el impacto, reducir pérdidas y estar preparado para un futuro carbono-neutral".