El proceso inflacionario por el que atraviesa la Argentina ha causado un achicamiento generalizado en la pirámide socioeconómica. Si bien un incremento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) golpea con más fuerza en las franjas sociales vulnerables, a raíz del incremento sostenido en el valor de los alimentos, en los últimos cinco años, la pérdida de capacidad de compra ha llegado con más fuerza a la clase media y también a la estrato más alto, de acuerdo con un informe elaborado por el Instituto de Estadística de los Trabajadores (IET) del Centro para la Concertación y el Desarrollo (CCD) y la Universidad Metropolitana para Educación y el Trabajo (UMET).
Esta es una de las conclusiones del Estimador Mensual de Pobreza y Estructura de Segmentación Social, en el que se advierte que 2022 aún si se cumple el escenario económico más pesimista, la Argentina logrará bajar la tasa de pobreza en comparación con 2021, pero seguirá siendo superior a la de 2019. Es decir, el crecimiento de este año aún no logrará revertir por completo el impacto de la Pandemia de la Covid-19 en la tasa de pobreza.
Al presentar sus resultados sobre la tasa de pobreza estimada, el informe se estructura con base en cuatro escenarios: optimista, mediano, pesimista y, por último, el escenario que contempla el Presupuesto de la Nación.
“Aun en el mejor de los escenarios, 2022 terminaría con una Tasa de Pobreza 0,2 punto porcentual por encima de la registrada en 2019. Siendo 2019 un año en el que la proporción de población por debajo de la línea de pobreza se había incrementado 7,8 puntos porcentuales en relación con 2017 (pasando del 27,7% al 35,5%). Lo que implica que sólo se recortaría el deterioro acontecido tras la Pandemia”, señala el Estimador en esta materia.
En cuanto a la clasificación de la pobreza según los niveles de ingreso, muestra que “mientras que en el semestre Julio-Diciembre de 2017, conjuntamente Pobres e Ingresos Medios representaron al 59,9% de la población, en el último semestre para el que se cuenta con datos (Octubre de 2021- Marzo pasado) más de 7 de cada 10 (71,2%) personas registraron ingresos por debajo de dos líneas de pobreza”.
La conclusión se amplía al destacar que “entre Julio-Diciembre de 2017 y Octubre de 2021-Marzo de 2022 (último semestre con datos) se verifica un crecimiento de la Población Pobre en un 37,8% (equivalente a 9,7 puntos porcentuales, pasando de 25,6% al 35,3%) y de la Población de Ingresos Medio Bajos en un 4,8% (equivalente a 1,7 puntos porcentuales, pasando de 34,3% a 36%). Como contracara, se reduce el peso de los segmentos de Ingresos Medio Altos en un -18,1% (3,4 puntos porcentuales, pasando de 18,5% a 15,2%) y del segmento de Ingresos Altos -37% (equivalente a 8 puntos porcentuales, pasando de 21,6% a 13,6%)”.
En cuanto a la evolución de los ingresos medios por estrato el documento advierte que “entre el segundo semestre de 2017 y el segundo semestre de 2021 todos los estratos perdieron capacidad de compra, siendo el Bajo el de menor pérdida relativa (-18,9%) frente al Medio Alto (-25%)”. Además, “entre los dos últimos semestres, segundo del 2021 y Octubre 2021- Marzo 2022, todos recompusieron parcialmente la capacidad real de los ingresos, destacando cierta progresividad en dicha recuperación en términos de magnitud”.
Sin embargo, finaliza remarcando que hubo “una notoria dispersión entre ingresos medios por estrato, aunque el rango se achica: en Julio-Diciembre de 2017 el Estrato Alto podía comprar 8,2 veces lo que podía adquirir el ingreso del Estrato Bajo, y esa relación pasa en Octubre 2021 - Marzo 2022 a 7,5 veces. Es decir que se podría interpretar como una reducción de la inequidad, aunque responde al achatamiento generalizado de los ingresos en un contexto inflacionario”.
Recomposición
Al explicar las conclusiones y, en general, todo el contenido del informe, la coordinadora de la investigación, la economista Ana Paula Di Giovambattista, destacó que “a partir de distintos escenarios de trayectoria de la economía, estimamos las Tasas de Pobreza asociadas, encontrando que incluso en el mejor de los casos, 2022 terminaría con una Tasa de Pobreza superior a la de 2019, llegando al 35,9% de las personas. Es decir, que de crecer dos años seguidos, únicamente se recortaría -y no completamente- la desmejora social ligada a la Pandemia, sin poder revertirse los 7,8 puntos que subió la pobreza entre 2017 y 2029”. “A eso se suma un proceso generalizado de achatamiento de la pirámide social en el período analizado, concentrándose crecientemente la población en los segmentos de Pobres e Ingresos Medio Bajos: conjuntamente estos grupos pasaron de representar el 59,9% en la segunda mitad de 2017 al 71,2% a fines de 2021 e inicios de este año. En ese sentido, los desafíos hacia adelante deben concentrarse en la recomposición de los sectores de menores ingresos”, apuntó.
Según el director general de CCD y ex ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, la pandemia profundizó con fuerza el deterioro social que se produjo entre 2018 y 2019, pero también es cierto que nuestra gestión de gobierno no se ha mostrado capaz de avanzar en la integración social y de garantizar que todas las ciudadanas y ciudadanos puedan cubrir sus necesidades básicas. Se han naturalizado niveles de pobreza que nos retrotraen a los de hace 14 años, por el 2008. Creemos que es imperante contener la dinámica social y destinar todo el trabajo y los esfuerzos a reducir la pobreza, para lo cual es condición necesaria pero no suficiente que la economía crezca sostenidamente”.