Desde el comienzo de Gran Hermano, Juan Reverdito se mostró como un jugador duro, al punto de que en las primeras semanas del reality se alió al grupo de Los Monitos y buscó consolidarse dentro de la casa. Sin embargo, esa estrategia no funcionó y se fueron dos de sus compañeros: Martina Stewart Usher y Tomás Holder.
Estos malos resultados lo llevaron a cambiar de estrategia y mostrar su lado más sensible. No obstante, para Julieta Poggio solamente “lo hace para no irse”.
El taxista recurrió a una táctica que suele dar resultado en el juego: mostrarse sensible y enamorado. Si bien Juan no se manifestó unido emocionalmente a nadie todavía, se acercó mucho a Lucila Villar, conocida como “La Tora” dentro de la casa.
A partir de la última semana, empezó a hablar con ella y hasta apostaron a darse un beso si él seguía en el certamen. Así fue como apenas Martina quedó eliminada, Juan y la rubia se besaron delante de las cámaras del reality durante varios segundos.
Por otra parte, Juan intentó mostrarse menos prepotente con el resto de los hermanitos. “No estoy fingiendo, les pido disculpas a todos. Especialmente a Marcos... me fui al carajo, no fui yo”, aseguró.
Ante este cambio, Julieta no escondió su incredulidad. “Si se quedaba Tomás, no se hubiese disculpado. Se hacía el malo todo el tiempo: como le habló a Tini, a Marcos, a Agustín... él sabía que ese papel le servía, pero cuando se dio cuenta de que no, se arrepintió. Bastante bien hizo el papel: todo el tiempo con cara de o... y haciéndose el malo. Entiendo que se haya disculpado, pero lo hizo porque se está por ir”