30 Octubre 2022
En Tucumán, basta con levantar una piedra para encontrar un buen jugador de rugby. Talento es lo que sobra en este suelo. Lo que es muy difícil de encontrar es un alguien capaz de conjugar las virtudes para el juego con el cariño y el respeto en todas las canchas al nivel que lo ha hecho Gabriel Ascárate a lo largo de su carrera. Un ejemplar de esos solo aparece muy de vez en cuando. Por eso no importaron los casi 40 grados que ayer azotaron la siesta tucumana: el consagrado 12 de Natación tuvo una despedida a la altura de lo que merecía, rodeado de amigos y grandes figuras de la historia “naranja”.
“Es un día que esperaba que nunca llegara, pero estoy muy contento. Me había planteado retirarme bien, dejando una buena imagen. Y aunque me sentía bien y competitivo, también sabía que no me quedaban muchas balas en el cargador. Así que tomé la decisión de retirarme, pero me llevo todo este acompañamiento, que la verdad no lo esperaba. Ahí te das cuenta de que todo el esfuerzo valió la pena”, resumió Ascárate, segundos después de haber marcado su último try y cruzado la pasarela que formaron sus compañeros y rivales de su partido despedida.
La jornada comenzó con una exhibición de rugby inclusivo entre los equipos de Cardenales y Los Tarcos; siguió con el duelo de veteranos entre Natación Classics y Old Virgins, luego jugaron dos equipos de Natación (Blanco y Azul) y el cierre previo al tercer tiempo fue un amistoso con jugadores y ex jugadores de Natación y de la Naranja. Entre las figuras históricas se contaron Gabriel Pata Curello, Federico Mentz, Diego Más, Álvaro López González, Carlos y Dino Cáceres, Lucas Barrera Oro y Álvaro Galindo, entre muchos otros. También hubo invitados de otros clubes de Tucumán y de provincias vecinas.
“El club y los amigos. Eso fue lo más me importó siempre. Ellos son mi premio. Y con ellos me divertí mucho. Lo disfruté. El rugby me hizo feliz”, completó “Gaby”, quien tras el último partido recibió de manos del presidente Néstor Díaz una placa y un cuadro con la camiseta número 12. Junto a él estuvo su familia, emocionada hasta las lágrimas.
“No me sorprende todo el cariño que recibió hoy. Él siempre genera eso, donde sea que va. Todo esto es la perfecta síntesis de lo que fue su vida deportiva. Aparte de ser un crack, es un líder positivo que siempre busca unir y sacar lo mejor de cada uno. Siempre pregonó el amor por el club y por el seleccionado”, lo describió su hermano, Ricardo “Requeté” Ascárate.
Su mamá, María Elena Villecco, no pudo ocultar su emoción y agradecimiento al club. “Porque fue la otra casa de mis hijos, me acompañó en su educación. Mis hijos son lo que son también gracias a este club que amamos”, aseguró. Y agregó: “yo sé bien quién es mi hijo, pero que me lo digan los demás, con tantas expresiones de cariño y valoración, me conmueve. Es una emoción tan grande las cosas que me dijeron sus compañeros...eso es lo que me queda a mí después de esta etapa que se cierra para Gabriel”.
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