Por Alicia Liliana Fernández
28 Octubre 2022
MARCELO BAUS
“Mis expectativas son que los alumnos aprendan de todas las actividades del seminario y se lleven una experiencia inolvidable, y que el público venga al concierto”. Roxana Civallero, solista de la Sinfónica de la Universidad Nacional de Tucumán y profesora de la cátedra de Oboe del Instituto Superior de Música de la UNT (Ismunt) termina una semana de intensa actividad como organizadora del VI Seminario de Estudio, Práctica y Ejecución del Oboe, con masterclasses, talleres, luthería, exposición y presentaciones en dos iglesias, la última esta noche.
El encuentro de nivel nacional contó con la presencia de Rubén Albornoz (oboe solista de la Orquesta Estable del Teatro Colón y profesor de la UNA), la profesora Alejandra García Trabucco (corno inglés solista de la Orquesta Estable de Mendoza y profesora de la UNCuyo) y el luthier de oboes Marcelo Baus.
ROXANA CIVALLERO
El maestro Albornoz respondió preguntas a LA GACETA.
- ¿Es difícil aprender a tocar el oboe?
- Tiene sus dificultades, que se superan en la medida en que se descubre la belleza del instrumento. La boquilla de caña, que es muy pequeña, requiere regularse y es una dificultad que nos acompaña toda la vida a los oboístas.
- ¿Qué les recomienda a los alumnos principiantes?
- Que en lo posible tengan un buen instrumento, un buen profesor, paciencia y disciplina.
- ¿Qué distingue al oboe en la familia de los vientos?
- El oboe tiene un sonido muy distinguido por el sistema de doble lengüeta; es un sonido entre incisivo y muy dulce. Eso le da una característica muy particular en la orquesta, si bien la mayoría no lo reconoce por el nombre, pero sí por el sonido. Se ha hecho muy popular la melodía de Ennio Morricone para la película “La Misión”. Es un instrumento con una vocación melódica muy grande, a tal punto que es el encargado de dar la nota para que afine toda la orquesta. Dentro de la orquesta clásica, y de las grandes obras, el oboe es irremplazable.
- ¿Qué obras o partes solistas le gusta interpretar como solista?
- Me gusta mucho, del barroco, la música de Bach; y después Mozart, Beethoven, Brahms... Strauss y Puccini en ópera, siguiendo con los grandes compositores, tocando dentro de la orquesta. Dentro del repertorio solístico, un concierto de Bach, uno de Richard Strauss y el de Mozart son muy importantes.
- ¿Qué le da a usted hacer música de oboe?
- El instrumento ocupa gran parte de mi vida, no sólo profesional. Como todo instrumento, necesita de un estudio y entrenamiento cotidiano. El deseo de superación hace que uno estudie siempre, tanto en mi espacio personal como con la orquesta sinfónica o los grupos de cámara, lo cual además redunda no solo en ensayos sino también en viajes, relaciones con colegas y aprendizajes permanentes. Es una carrera que me da muchas satisfacciones.
RUBÉN ALBORNOZ
Por su parte, la profesora Trabucco señala:
- ¿En los últimos tiempos, hay más o menos alumnos interesados en aprender a tocar oboe?
- Siempre hay una atracción por los instrumentos musicales, ya sea que se lo tome como una actividad recreativa o se lo encare como una carrera. Es una necesidad humana expresarse a través de actividades artísticas y eso no cambia. Pero es cierto que la pandemia primero, y la difícil situación económica después, nos pusieron ante el desafío de tener que mantener e incentivar la motivación del estudiantado. No diría que ha mermado el interés pero sí que como docentes hemos debido generar nuevas herramientas y también acercarnos más a cada estudiante para contenerlo y acompañarlo.
- ¿Cómo se atrae a los alumnos que van a los instrumentos más tradicionales (guitarra, piano, etcétera)?
- Es importante que demos a conocer los instrumentos menos tradicionales, porque cada uno es vehículo de un modo de expresión particular. Los y las jóvenes deberían conocer la paleta sonora que ofrecen los diversos instrumentos para así elegir el que mejor empatiza con su personalidad. Hay gente a la que le llegan más los sonidos graves, hay quienes se entusiasman con las melodías que llevan “la voz cantante”; hay quien se divierte más percutiendo. Creo que poder experimentar con las diferentes posibilidades permite una mejor elección, y luego se obtienen mejores resultados a largo plazo. Las orquestas infanto-juveniles son un espacio valiosísimo para acercar a los y las jóvenes a todos los instrumentos, los más y los menos conocidos.
- ¿Qué sucede en seminarios como el de esta semana?
- Encuentros como este dan visibilidad a instrumentos poco conocidos por el gran público, como el oboe y el fagot. Tienen enormes posibilidades expresivas que vale la pena escuchar con atención. El oboe, en el medio de los instrumentos de madera, da la nota precisa de afinación para toda la orquesta. Por eso se lo llama “el concertino de la madera”. Tiene, en la música sinfónica, las más bellas melodías, con su sonido parecido a la voz humana.
Corazón de María: concierto barroco y réquiem de Mozart
Hoy a las 21.30, en la Parroquia de Corazón de María (Santiago del Estero 879) con entrada libre y gratuita, tendrá lugar el segundo concierto del seminario que convocó a vientistas de todo el país. “El Concierto para oboe y cuerdas en Re menor de Alessandro Marcello, es un bello concierto del barroco veneciano donde el oboe luce su línea más expresiva”, señala Rubén Albornoz, que lo abordará como solista. En tanto en la segunda parte la Orquesta Sinfónica de la UNT y el Coro Universitario de Tucumán, dirigidos por Roberto Buffo y Lucas Sorroza Díaz, respectivamente, repondrán el Réquiem de Wolfgang A. Mozart. Cantarán como solistas María Silvia Díaz (soprano), Milagros Medina (mezzosoprano), Fabián Abad (tenor) y Marcelo Oppedisano (barítono-bajo).
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