BRASILIA, Brasil.- Marcelo siente que se está enfermando, Alexia dejó de chatear con sus vecinos y Luciene no ve la hora de que se acabe: el duelo electoral por la Presidencia tiene a muchos brasileños hartos, luego de una campaña polarizada y repleta de desinformación.
El agotamiento no aparece en los sondeos, pero se nota en la calle y en internet, en un país con 171,5 millones de usuarios de redes sociales, según el estudio Digital de las agencias We Are Social y Hootsuite.
El mayor país de América Latina está a dos días de decidir si reelige al presidente ultraderechista Jair Bolsonaro o si su némesis, el ex mandatario progresista Luiz Inácio Lula Da Silva, favorito en los sondeos, llega por tercera vez al poder.
En una carrera por el 4% de electores que dicen que votarán nulo o blanco y los indecisos (1%), las apariciones de los candidatos inundan medios, y redes sociales y dominan las conversaciones de los brasileños.
“Me estoy enfermando porque hay mucho desencuentro”, dice Marcelo Brandão Viana, un votante de Bolsonaro que lamenta una campaña “sobrecargada” de “fakenews” y ataques entre los competidores.
“Estoy viviendo eso 24 horas y es horrible”, añade este recepcionista bancario, de 51 años, sin poder dejar de revisar sus grupos de WhatsApp durante su hora de descanso, afuera de un centro comercial en Brasilia.
Ni aún sentado en una silla en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, José Guilherme Araújo puede escapar del ruido electoral. “Me siento exhausto”, dice este abogado de 65 años, que dice que votará nulo.
El duelo entre Bolsonaro y Lula se preveía desde el año pasado, cuando el ex presidente recuperó derechos políticos, al haberse anulado sus condenas por corrupción. Muchos brasileños tienen la impresión de que la campaña arrancó entonces.
En San Pablo, Alexia Ebert silenció su grupo de WhatsApp del condominio, convertido en un hilo continuo de información política y desinformación. “No aguantaba más”, afirma la estudiante, de 22 años.
Algunos, como Aline Tescer, dicen que las propuestas para los próximos cuatro años brillaron por su ausencia. “Me veo igual que en la pasada elección: siempre las mismas cosas, las mismas acusaciones y me siento sin opción de voto”, dice la mujer de 35 años, en Sao Paulo.
Luciene Soares dice estar decepcionada por el “irrespeto” instigado por el presidente ultraderechista. “Prefiero no decir por quién voto, uno tiene miedo de las reacciones. No hablo sobre política porque genera problemas”, dice en Brasilia esta comerciante de 48 años, vestida con una blusa verde y amarilla de la bandera brasileña, símbolo que “se apropiaron” los bolsonaristas, según se queja.
El alto nivel de consolidación del voto y el bombardeo de información acaban anestesiando al electorado y cansándolo, dice Amaro Grassi, sociólogo del departamento de Análisis de Políticas Públicas de la Fundación Getulio Vargas. Anticipa que la mayor parte de la gente querrá volver a su vida normal, pero parece inevitable que quede un clima de exasperación política.
Por lo pronto, deberán esperar hasta el domingo, cuando se decidirá, en balotaje, quién gana la Presidencia en la primera economía de América Latina.
La ventaja de Lula sobre Bolsonaro se amplió a 6 puntos porcentuales, a menos de una semana de la segunda vuelta en Brasil, mostraron dos encuestas. Ambas fueron realizadas entre el domingo y el martes, y los resultados podrían haberse visto influenciados por el incidente del domingo, en el que Roberto Jefferson, un ex diputado aliado de Bolsonaro, condenado por haber instigado un golpe de Estado, disparó contra la policía, cuando intentaban trasladarlo a una comisaría.
Según una encuesta de PoderDataLula obtendría el 53% de los votos válidos, por encima del 52% de la semana pasada, frente al 47% de Bolsonaro, que tenía el 48% en el anterior sondeo. En otra encuesta de Genial/Quaest, el ex mandatario izquierdista contaba con un 48% de apoyo de los votantes, frente al 47% de la semana pasada, mientras que Bolsonaro se mantenía en el 42%.
Genial/Quaest trató de estimar el impacto de las abstenciones haciendo un ajuste por “votante probable”, el que mostró a Lula con el 52,1% de los votos válidos frente al 47,9% de Bolsonaro, un resultado más estrecho que el 52,8% a 47,2% que el modelo mostró la semana pasada. (AFP-Reuters)