¿La Corte está en condiciones de decirle que no a Manzur?

Juan Manzur depositó su futuro político en manos de los cinco miembros de la Corte Suprema de Justicia. Sea lo que sea que resuelvan, el fallo le marcará para dónde debe correr. Es una brasa que les arrojó a los jueces, porque si bien van a decidir con fundamentos jurídicos, las interpretaciones van a ser inevitablemente políticas. De eso no pueden huir. La oposición fijó sus dudas respecto del máximo tribunal y exige excusaciones porque pone en duda la independencia de la Corte respecto del poder político. O sea, entiende que van a fallar en favor de Manzur y que lo habilitarán para que sea candidato a vicegobernador. A su manera, la acción política de los opositores es para meterle presión a la Corte, para que no vaya en dirección de las pretensiones del presidente del PJ. Los tironeos de la política van y vienen y, en ese juego barroso, surge una pregunta inevitable, aunque en términos políticos: ¿esta Corte está en condiciones de decirle que no a Manzur? La Corte es la única que puede responderla, pero no en términos políticos, sino con la contundencia de los fundamentos jurídicos, los suficientes como para que quede clara su independencia y libertad de acción. Ya sea por sí, o por no. Así, lo que parece una trampa política en realidad es un auténtico desafío institucional para la Corte.