“En Argentina, la educación no tiene lugar para semejante ajuste y pérdida de prioridades dentro del Presupuesto”, alertó Martín Nistal, analista del Observatorio Argentinos por la Educación.
El experto, uno de los responsables del informe, precisó el alcance del ajuste dispuesto y consideró que debería haber correcciones a partir de hoy, durante el tratamiento en Diputados. “Hay una reducción del presupuesto educativo. Si el presupuesto nacional se ajusta un 6,8%, el presupuesto educativo lo hace en un 15,5%; más del doble”, afirmó.
Dijo, además, que una sola vez a lo largo de una década se cumplió con las normas en cuanto al financiamiento educativo en el país. “La Ley de Educación Nacional, sancionada en 2006, habla de que se debe invertir el 6% del PBI en educación. Esa meta se cumplió una sola vez en los últimos 10 años, que fue en 2015. Después nunca más y probablemente sea difícil que se logre esa meta el año que viene”, mencionó. Explicó de dónde provienen los recursos para el área. “Tres de cada cuatro pesos del presupuesto educativo lo ponen las provincias, que se encargan principalmente de los salarios docentes. Y uno de cada cuatro pesos lo pone la Nación. Generalmente es destinado a universidades y a compensaciones salariales, como el Fondo de Incentivo Docente. Y después hay programas de educación específicos para apoyar a las provincias”, expresó. Aclaró que el ajuste en el proyecto abarca justamente a este último porcentaje de los fondos.
“La meta del 6% se tiene que cumplir, sin embargo nadie tiene la responsabilidad. En rigor la tienen todos, que es lo mismo que decir que no la tiene nadie. Las 24 jurisdicciones y la Nación deben cumplir. Buena parte de esa torta son salarios docentes, pero hay un montón de programas que son financiados por la Nación, y esos recortes pegan de lleno ahí”, advirtió.
Finalmente, planteó un escenario complicado en materia educativa para la Argentina. “Venimos mostrando que la educación está en problemas, que hay temas que son muy relevantes para el país. Hay problemas de calidad educativa, de recuperación de aprendizajes pospandemia, y de herramientas para evitar el abandono que hay sobre todo en la secundaria. Todo eso impacta de lleno en el presupuesto educativo”, reclamó.