LONDRES, Gran Bretaña.- La resurrección política de Rishi Sunak y su ascenso al cargo político más poderoso de Gran Bretaña parecen cosa de película, en la que no faltan las puñaladas por la espalda, el regreso desde el exilio de un líder derrotado y el triunfo del que parecía haber quedado fuera de juego. Y todo ello, entre miembros del mismo Partido Conservador.
Derrotado a principios de septiembre por Liz Truss, Sunak, de 42 años, logró reivindicarse antes de lo que pensaba y se convirtió ayer en el primer jefe de gobierno de una minoría en el Reino Unido.
Para algunos conservadores, Sunak es el ministro que permitió que la economía de Reino Unido superara la pandemia de covid. Para otros, es el traidor que hizo caer a Boris Johnson. También, fue el que advirtió con acierto que los planes fiscales de Truss traerían el caos. Ahora va a comprobar si puede ser el hombre que salvará de la crisis.
Este joven multimillonario y ex banquero, nieto de inmigrantes indios, es criticado por ser un tecnócrata desconectado de la población, en momentos en que Gran Bretaña enfrenta una grave crisis por el aumento del costo de vida, dificultades de muchos pobladores para pagar las tarifas de energía cuando se acerca el invierno y una tormenta financiera en el horizonte.
Elegido por primera vez al Parlamento en 2015, Sunak se convirtió ayer en el próximo primer ministro más joven de Gran Bretaña en más de 200 años, con la tarea de comandar el país a través de una crisis económica y la creciente molestia de algunos votantes.
Su llegada a Downing Street está marcada por la necesidad de realizar profundos recortes en el gasto público para frenar la crisis fiscal, el aumento del costo de la vida - que afecta a ciudadanos que, por la inflación deben decidir si gastan en comida o en calefacción-, además de un invierno de huelgas y la guerra de Rusia en Ucrania.
Sus partidarios dicen que es capaz de restaurar la credibilidad de Gran Bretaña entre los inversores, que vendieron los bonos del país y la libra esterlina después de que el “minipresupuesto” de Truss ofreció recortes de impuestos con poca información sobre cómo financiarlos.
Este antiguo analista de Goldman Sachs y socio de un fondo de cobertura también se enfrenta a retos dentro del gobernante Partido Conservador, donde algunos legisladores le culpan por su papel en la destitución de Johnson y les preocupa que no tenga lo necesario para ganar elecciones.
El Partido Laborista, en la oposición, lo retrata como un miembro de la élite de los superricos, sin contacto con las presiones a las que se enfrentan millones de personas cuando Gran Bretaña se encamina a una recesión, arrastrada por el alza del costo de los alimentos y la energía.
Algunos temen que no pueda unir a un partido que está profundamente dividido y que se está acostumbrando a prescindir rápidamente de los líderes que no les gustan.
“No pudo vencer a Liz Truss el mes pasado y no se ha convertido en un ganador de elecciones en dos meses”, dijo un alto legislador conservador bajo condición de anonimato, tras apoyar a Johnson en su fallido intento de volver a presentarse.
Johnson había regresado a las apuradas de sus vacaciones en el Caribe, para empezar a “rosquear” su vuelta al poder, pero finalmente se retiró de la contienda y dio su apoyo a Sunak. No explicó por qué.
Sunak será la primera persona “no blanca” en convertirse en primer ministro británico. Ravi Kumar, de 38 años, miembro del Partido Conservador que trabaja en una empresa financiera en la ciudad de Nottingham, en el centro de Inglaterra, describió el nombramiento como un “momento clave”.
“Crecí en los años 80 y 90, y ni siquiera podía imaginar un primer ministro no blanco en mi vida (...) Así que ver a un líder británico-indio es fenomenal”, dijo.
Nacido en Southampton en 1980 de padres de ascendencia india punjabi, Sunak habló repetidamente durante la última campaña de como ayudó en la farmacia que tenía su madre con los libros, haciendo las nóminas y llevando las cuentas.
Sin embargo, Sunak no es el típico hijo de familia de inmigrantes. Su matrimonio con la hija de un multimillonario indio, sus trajes caros, su crianza como joven privilegiado y su trabajo como banquero lo ponen lejos del común. Tuvo una educación privilegiada, en un colegio privado para la elite, y estudió política, filosofía y economía en la Universidad de Oxford, como David Cameron y Truss.
Durante la última campaña por el liderazgo apoyó la creación de más escuelas más selectivas, después de que el Partido Laborista de la oposición prohibió la creación de otras nuevas, pero ha dicho repetidamente que “una educación de clase mundial” debería ser un derecho de nacimiento.